Un conductor de taxi alertó a la policía hacia las 5H20 (20H20 GMT del jueves), cuando vio cómo un coche arrancaba la verja metálica de una tienda en el distinguido barrio de Ginza, en el centro de la capital japonesa.
Los efectivos policiales llegaron al lugar de los hechos unos minutos más tarde, pero solo pudieron constatar lo sucedido: 21 bolsos y tres pañuelos de Hermès que se encontraban en el escaparate habían desaparecido.
De todo el botín, la pieza más cara era un bolso valorado en 2,58 millones de yenes (casi 20.000 euros).
Según las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad, dos coches se acercaron al comercio y uno de ellos arrancó el cierre de metal ayudándose de un cable, antes de que tres hombres se abalanzaran sobre los productos y salieran corriendo.
La policía prevé utilizar las grabaciones de otras cámaras de seguridad diseminadas por el barrio para intentar identificar a los malhechores.
AFP