El contrato colectivo 2008-2010 establece el pago de 120 días de utilidades más la fracción de los días de descanso; empero pocos meses después de firmar el convenio la empresa y el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y sus Similares (Sutiss) firmó un acta que avaló el cambio del divisor de la ecuación de cálculo y desmejoró en 50% la bonificación de fin de año, estiman los trabajadores.
El reclamo que ha mantenido paralizada a la alicaída acería está atado al pago de un retroactivo que de acuerdo con la Corporación Venezolana de Guayana, implicaría un desembolso de más de 2 mil millones de bolívares en un escenario de baja productividad que, incluso, ha obligado a soportar los gastos de la estatal con recursos del Fondo de Eficiencia Socialista.
Pese a las descalificaciones del reclamo y a la insinuación del mandatario nacional de que la protesta tendría como trasfondo la intención de desestabilizar, con el soporte de la Embajada de los Estados Unidos, los trabajadores se mantienen de brazos caídos, avivando en cada cambio de turno las nutridas asambleas del portón III.
“El que trabaja aquí conoce el reclamo”, asegura Rivas, empleado de Taller Central, quien considera que el presidente de la República debe acercarse y escuchar a los trabajadores.
La protesta laboral nació de los trabajadores de base y el reclamo no es nuevo, pues se hizo en años previos. En esta ocasión, despertó en las áreas de Laminación, posteriormente en el Tren de Barras y Alambrón hasta la paralización total de las acerías de Planchones y Palanquillas.
La postura del Ejecutivo Nacional ha golpeado los afectos políticos, considerando que muchos de los trabajadores en protesta se identifican con el oficialismo y la mayoría de los miembros del comité ejecutivo de Sutiss son chavistas confesos. “No estamos en contra del Presidente, pedimos que se presente acá porque aquí hay mafias instaladas”, dijo el trabajador Fernando Rivas, con más de 29 años de desempeño en la estatal.
“No nos vamos a arrodillar”
El presidente de Sutiss, José Luis Hernández, llamó a la unión de los trabajadores en la asamblea de este jueves. “Si la lucha se dispersa, si nos dispersamos, no va a haber resultados positivos”, dijo, al recalcar que la lucha de los sidoristas es laboral. “La lucha de nosotros es una lucha laboral, entre la política y la clase trabajadora nos casamos con la clase trabajadora”.
El dirigente sindical ha insistido en los últimos días en que quienes deben ser apresados “son los gerentes corruptos que saquearon las empresas básicas de Guayana y se robaron las inversiones”, dijo.
Sostuvo que la mafia, que asegura está “enquistada” en las instituciones públicas, pretende silenciar la justicia de los trabajadores. “No somos ni traidores ni pendejos y no nos vamos a arrodillar. Unámonos, unidad y conciencia clasista. Tenemos cinco días comunicándonos para Caracas y pidiendo que necesitamos que nos restituyan lo que nos saquearon, los que nos robaron”.
“Creemos en Guayana, pero tenemos que sacar de las empresas las lacras y las sanguijuelas que están saqueando a Guayana, ellos creen en las lechugas, en el negocio del dólar”, agregó.
El presidente de Sutiss, que el miércoles dio un plazo de 24 horas a la CVG para dar respuesta, pues de lo contrario saldrían a la calle en una protesta colectiva, no hizo convocatoria a movilización de calle para este viernes. “¿Saben por qué sabotearon el pago y el cronograma? Porque creían que íbamos a cerrar las calles. ¡Nooooo! Los sidoristas sabemos cuándo vamos a salir”, puntualizó.
La advertencia movilizó a efectivos castrenses en tanquetas a puntos estratégicos de la ciudad desde la tarde de ayer.
Voces en contra
Mientras unos respaldan el paro, voces en contra también resuenan. El trabajador de la acería de Planchones, Orlando Páez, manifestó su desacuerdo con la paralización. “Sí es justo el reclamo, pero el presidente del sindicato firmó un acta en 2008, sin consultar a los trabajadores, para quitarle la legalidad al reclamo. El acta mató el pago del pasivo”, consideró.
“Tenemos que reanudar las operaciones, porque la empresa no está negando la discusión para corregir lo que hay que corregir y mejorar, no podemos estar en los extremos, tenemos que buscar coincidencias que nos permitan avanzar”, añadió.
La paralización encuentra a la acería en un año de bajo rendimiento productivo. Sidor obtuvo 960 mil 940 toneladas de acero líquido en el primer semestre del año, apenas un tercio de la meta anual reprogramada de 3 millones de toneladas al cierre de 2013.
Las proyecciones apuntan a que la producción de acero al concluir el año rondará los 2 millones de toneladas, pese a que Sidor tiene una capacidad instalada de 5,1 millones de toneladas del metal, techo que ha ido bajando por el déficit de inversión en los últimos años.