La prueba se hizo del siguiente modo. Se eligieron 19 voluntarios con raices judias y se les puso un video donde una serie de actores interpretaban a un grupo de neo- nazis y otro grupo a personas amigables y simpáticas. Al grupo de extremistas se les sometió a toda clase de torturas: se les pinchaba con alfileres en las palmas de las manos.
Y era en estos momentos cuando a los voluntarios de origen sefardí se les activaba el «cuerpo estriado» dedicado a las sensaciones de recompensa y las áreas encargas de la observación del dolor físico ( la corteza insular , la corteza cingulada anterior y la corteza somatosensorial).