Entrampada en el colapso económico que ella misma creó, la Revolución Bolivariana marcha a toda máquina hacia una crisis institucional en la que difícilmente podrá mantenerse a flote, demasiado amarrada a su retórica socialista como para emprender un necesario cambio de rumbo y teniendo al timón a un capitán de barco que luce incapaz de sortear la situación.
Antonio Maria Delgado / adelgado@elnuevoherald.com
Expertos consultados dijeron que la crisis económica, la acelerada descomposición social y el creciente descontento, están llevando al régimen de Nicolás Maduro hacia la hora de la verdad, en un escenario ensombrecido por el prospecto de la violencia y la amenaza del chavismo de responder a los cuestionamientos con más represión.
“Este ambiente no es sostenible en Venezuela. Algo tiene que cambiar”, comentó Frank Mora, director del Centro Para América Latina y El Caribe de la Universidad Internacional de Florida.
“Es insostenible por la inseguridad en el campo económico, la tensión política, el nivel de polarización, y la falta de confianza en la capacidad del régimen para gobernar”, sostuvo.
Es una opinión que últimamente se está escuchando con mucha frecuencia en Venezuela, y no sólo de boca de dirigentes de la oposición o de académicos adversos al chavismo.
El sociólogo alemán Heinz Dieterich, quien fuera un cercano asesor del fallecido Hugo Chávez y uno de los principales autores intelectuales del Socialismo del Siglo XXI, advirtió recientemente que el régimen hace aguas.
“Si el gobierno […] no toma medidas inteligentes y drásticas de manera inmediata en lo económico y político, tiene los meses contados”, sentenció Dieterich en una columna.
“Bajo esa premisa consideramos que no llegará más allá de marzo/abril 2014. Los escenarios de la eventual caída son evidentes: movilizaciones callejeras dirigidas por Washington y la derecha, o una alianza destituidora y sustitutiva entre Fuerzas Armadas y Gobernadores”, advirtió.
La necesidad del cambio se debe a la incapacidad del régimen liderado por Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de dar respuesta a los graves problemas que sacuden al país, explicó el sociólogo.
Dada esa incapacidad, “es poco probable que pueda evitar su colapso, salvo una radical reestructuración del modelo económico del Presidente Chávez y el cambio del 80 por ciento de los ministros del Gabinete que no son eficientes”, determinó.
Pero el chavismo ha demostrado ser incapaz de abandonar sus políticas socialistas, que han asfixiado al empresariado y han llevado el aparato productivo hasta el borde de la inexistencia.
Los expertos coinciden en que han sido esas políticas precisamente las que han causado el colapso económico del país, que actualmente se traduce en una tasa de inflación proyectada para este año en más del 50 por ciento y una aguda escasez de productos que lleva a los venezolanos a peregrinar de supermercado en supermercado o soportar enormes colas para poder adquirir los productos más básicos.
Pero realizar los ajustes necesarios significa abandonar la esencia de lo que el chavismo representa, dijo desde Miami el asesor político Rafael Revilla.