Barcelona, líder en solitario de la Liga española, y un Real Madrid que va a más, protagonizan en el Camp Nou el clásico del fútbol español, duelo de los reyes del fútbol, Leo Messi contra Cristiano Ronaldo, al que se suman estrenos de nuevos protagonistas, los técnicos ‘Tata’ Martino y Carlo Ancelotti, más dos jugadores llamados a ser determinantes: Neymar y Bale. EFE
Por clasificación el Barcelona está llamado a ser el favorito del clásico ante un Real Madrid que ha mejorado ostensiblemente sus prestaciones. El Barça tiene más puntos (25-22), más victorias (8-7), más goles a favor (28-19) y menos en contra (6-9) que el conjunto madridista, pero no parece llegar a la cita en la mejor situación.
Dos empates han roto una racha de diez victorias consecutivas y su juego despierta dudas. No están los de Martino en el momento culminante, tienen problemas en el eje central de la defensa, en la construcción y a Leo Messi recién salido de una lesión.
Es un partido para los más grandes. Messi, si marca, se convertirá en el jugador que más tantos ha anotado en la historia de los clásicos y superará los 18 que comparte con Di Stéfano; y a Cristiano Ronaldo se le da muy bien el Camp Nou: ocho tantos en nueve partidos y ha marcado en sus seis últimas visitas.
Los dolores de cabeza de Martino empiezan en la defensa. Esperando la recuperación de Carles Puyol no fichó a un central. Cuando confió en el joven Marc Bartra se recuperó Javier Mascherano y ahora el que tiene problemas físicos es Gerard Piqué.
En Milán dejó de lado las rotaciones y puso al equipo que el barcelonismo cataloga como titular. Da la impresión de que se valora más la jerarquía en el equipo que en el juego. Atendiendo a esa premisa, la pareja de centrales será la formada por Piqué y Puyol, aunque todo estará a expensas del estado físico del primero y del físico del segundo, que volvió la pasada semana tres siete meses.
En los laterales no habrá sorpresas. Dani Alves jugará por la derecha y Adriano Correia, a la espera de la recuperación de Jordi Alba, por la izquierda. Si Cesc Fàbregas, como en Milan, se queda en el banquillo; la única duda estribaría en el acompañante de Messi y Neymar en la delantera, puesto que Busquets -uno de los que está en mejor forma del equipo- jugaría de mediocentro por delante de Xavi y de Iniesta.
Hasta hace unos días, la ventaja de Alexis Sánchez sobre Pedro era incontestable. El chileno goleaba con el Barça y con la selección de su país, su actuación ante el Milan no fue nada buena y, además, a Pedro se le da bien históricamente jugar contra el Real Madrid.
Tampoco Neymar estuvo bien en el último partido de ‘Champions’. El brasileño, sin embargo, sabe que en un partido tan grande muchas miradas estarán puestas en él y espera reivindicarse con una buena actuación. ¿Y Messi? El argentino no llega al cien por cien. Le falta esa velocidad de reacción para ir dejando rivales por el camino después de la recuperación exprés de su lesión muscular. Ha acumulado más entrenamientos y eso es buena señal. En los clásicos, nunca falla.
No lo ha hecho tampoco en sus últimas ediciones un Real Madrid que con José Mourinho en el banquillo consiguió recortar la distancia que le separaba en los duelos directos con su gran enemigo y hasta acabar saliendo airoso de sus pulsos directos. Será el primer clásico sin ‘Mou’ y con un nuevo inquilino en el banquillo, Carlo Ancelotti, que deberá decidir que opción tomar para saltar al césped.
Las últimas visitas del Real Madrid al Camp Nou tuvieron un claro planteamiento táctico. Con el contragolpe como arma letal y la defensa del equipo como base para los buenos resultados. Ancelotti receló de este estilo a su llegada. Prometió protagonismo con el balón y espectáculo, pero su apuesta por juntar a Di María, Cristiano Ronaldo y quizás Gareth Bale, le conducen a la antigua apuesta.
Porque esa es la gran duda de Ancelotti. Si mantener en punta a un desacertado Karim Benzema, con el deseo de que un papel protagonista ante el Barça le devuelva el cariño del madridismo, o dar libertad en ataque a Cristiano y apostar por Bale en banda izquierda con Di María en la derecha. Puñales que anclen a los ofensivos laterales barcelonistas.
Será un clásico sin Iker Casillas, que volverá a su sitio en el banquillo en Liga por Diego López, y con la idea de reforzar la defensa con la presencia de Álvaro Arbeloa por Dani Carvajal. Una auténtica revalida para Arbeloa, que tiene clavada la ‘espina Neymar’ de la final de la Copa Confederaciones, cuando se vio desbordado por la velocidad del brasileño en la primera mitad que jugó antes de ser sustituido.
El Real Madrid llega a la cita con la moral que le dan los últimos resultados, triunfo por fin con buen fútbol ante el Málaga y con efectividad ante el Juventus, y tras haber recortado la distancia con Barcelona y Atlético de Madrid. Después de lo sufrido hasta podría salir líder aunque en su mente no se olvida la imagen dada ante Villarreal, Elche y Levante en sus recientes salidas ligueras.