El expresidente peruano Alberto Fujimori admitió que “es una posibilidad” que nunca salga con vida de prisión, donde cumple una sentencia de 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad, en una entrevista que publicó hoy el diario limeño Correo. EFE
Fujimori, de 75 años, respondió por escrito al diario que, según informó, inició hace dos semanas “las conversaciones con un contacto fujimorista” para hacer una entrevista personal, pero esto no fue posible, ya que las autoridades le han prohibido ofrecer declaraciones.
En las respuestas que ofreció al cuestionario enviado por el diario, el exgobernante consideró que su permanencia de por vida en prisión “es una posibilidad” y dijo que el régimen del presidente Ollanta Humala se ha “ensañado” con su situación.
“No importa mi estado de salud, mis adversarios quieren mantenerme aquí no porque crean que soy culpable, sino porque así se sienten de alguna manera seguros y satisfacen a quienes los avalan”, aseguró.
Fujimori, quien este lunes deberá acudir a la segunda audiencia del juicio que se le sigue por su presunta responsabilidad en la compra de la línea editorial de diarios sensacionalistas durante su Gobierno (1990-2000), dijo que “cuando haya verdadera justicia, creo que se darán condiciones para variar mi situación, estar libre y ver los resultados de mi obra.”
“Ya se sabe que para el señor Humala los problemas y razones de salud son tonterías”, indicó en alusión a la decisión del presidente de negarle, en junio pasado, el indulto humanitario solicitado por sus hijos.
Tras criticar varias de las acciones del actual Gobierno, Fujimori dijo que “no esperaba” ser condenado, en 2009, a 25 años de prisión por los matanzas del grupo militar encubierto Colina.
“Mi abogado ni yo pensábamos en una sentencia tan absurda e injusta como la que se dio, porque simplemente no se había probado nada. Pensé en lo irónico que suele ser el destino”, señaló.
El exmandatario aseguró que él lideró “la lucha contra el terrorismo genocida que bañó en sangre el país” y consideró una ironía que haya terminado “sentado en un tribunal para ser juzgado como asesino y violador de derechos humanos por quienes no tenían autoridad moral para acusarme y juzgarme”.
“Hoy más que nunca estoy convencido de que soy un preso político y un rehén de la clase política tradicional”, enfatizó.
El exmandatario también aclaró que el liderazgo del partido Fuerza Popular lo lleva su hija, la excongresista Keiko Fujimori y dijo que es su candidata para las elecciones presidenciales de 2016.
Fujimori acudió la semana pasada al inicio del proceso desaliñado y en un aparente mal estado de salud, lo que obligó a que la sesión se suspendiera debido a una crisis de hipertensión.
Desde entonces su salud se ha convertido en tema central del debate público, ya que sus seguidores afirman que muestra el mal estado en que se encuentra, mientras que sus detractores han denunciado que se trata de un show mediático.
Fujimori cumple su sentencia en un cuartel policial al este de Lima por los delitos de homicidio calificado, lesiones graves y secuestro agravado de 25 personas por los casos Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992).
Asimismo, por los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer, tras el “autogolpe” de Estado que dio en abril de 1992.