Los habitantes del pueblo noruego de Rjukan inauguraron el miércoles unos espejos gigantes para que les reflejen la luz solar durante el invierno, cuando las montañas que rodean a esta localidad le ocultan al sol.
Fotos AFP
Este miércoles, unos tenues, pero muy esperados, rayos de luz iluminaron una plaza donde se habían congregado cientos de personas con gafas de sol, mirando hacia lo alto de la montaña, 400 metros más arriba, donde se encontraban tres enormes espejos.
En Rjukan, que se encuentra en un valle encajonado del sur de Noruega y cuenta con 3.500 habitantes, no se ve el sol durante seis meses, de septiembre a marzo.
Pese a fuertes reticencias iniciales para usar dinero público para un proyecto así, se lograron reunir los cinco millones de coronas (610.000 euros) necesarias para instalar los espejos gigantes.
Estos tres espejos de 17 m2 cada uno forman una elipse de luz de unos 600 m2 (lo cual equivale a tres canchas de tenis) sobre la plaza central.
“Una idea de hace cien años se vuelve realidad en el día de hoy”, afirmó este miércoles el alcalde Steinar Bergsland antes los habitantes reunidos para la inauguración, antes de que una orquesta local entonase “Let the sun shine” (“Que brille el sol”).
AFP