Profanar tumbas se ha vuelto todo un negocio en los cementerios de la zona norte de Anzoátegui. Abrir un ataúd y extraer los huesos de los muertos para hacer brujería genera su dinerito, y eso le encanta a quienes realizan este tipo de prácticas, publica El Tiempo.
El caso más reciente fue el domingo pasado, cuando una familia fue al cementerio de Puerto La Cruz a visitar a sus difuntos y se encontraron con un cráneo.
A pocos metros de allí, unas personas se toparon con un muñeco con todas las características de la brujería vudú y en otro rincón del camposanto faltaba la cabeza de un cadáver enterrado en el año 1974.
Un especialista en la materia, señaló que en la brujería hay una rama llamada vudú en la que se trabaja con muñecos y alfileres, y en la mayoría de los casos se practica para hacerle daño a alguien. El costo de estos trabajos puede variar según el bolsillo del cliente.
Si el “cliente” lo que puede pagar es tres mil bolívares, lo hacen, pero también pueden llegar a cobrar hasta Bs 50 mil, y hasta en dólares.
“Ahorita es preferible hacer trabajos afuera, en el exterior, para que paguen en dólares. Uno puede cobrar hasta 500 o mil dólares, porque aquí ya la gente no tiene la posibilidad de pagar esa cantidad en bolívares”, señaló el practicante del vudú, quien reside en Maracay, estado Aragua.
Dolor por todas partes
Explicó que en el vudú se prepara un muñeco lo más parecido a la persona a quien quieren hacerle daño, con las mismas características físicas y datos personales.
A ese muñeco le entierran alfileres en diferentes zonas del cuerpo y es ahí donde la otra persona sentirá dolores, puntadas, calambres y otros malestares.
“Incluso, se le pueden poner alfileres en la parte baja, hacia la zona de la ingle, para que no tenga más sexo ni genere vida”, dijo el señor. Luego, la figura se entierra en el cementerio al lado de una tumba que tenga el mismo nombre.
Según sea el trabajo, se acompaña con huesos humanos, ya sea un cráneo, dedos u otros.
En partes no sirve, es completo
En la santería, los “paleros” (personas que trabajan con huesos humanos para brujería) cobran por un esqueleto humano completo entre 25 y 30 mil bolívares. Con estas partes humanas sacadas de los cementerios ellos hacen algo llamado “prendas de muertos”, que es una especie de “protección” para que el espíritu de ese difunto “camine” al lado de la persona a proteger.
Negocio clandestino
Un cuidador de cementerios, que pidió mantener su nombre en el anonimato, indicó que en la zona existe la comercialización de huesos de cadáveres que son usados para la práctica de brujería.
“El cráneo lo venden en 25 mil bolívares. El fémur Bs 12 mil cada hueso y las manos pueden ser vendidas en 8 mil bolívares cada una” dijo el cuidador, quien agregó que los profanadores de tumbas trabajan por encargo y de noche.
Sin cabeza
El domingo en la tarde una señora visitó la tumba de su hijo en el cementerio de Puerto La Cruz y le faltaba la cabeza.
Machos
La mayoría de las tumbas profanadas son la de los hombres, ya que son los indicados para trabajos de protección.