El presidente Evo Morales entregó una estatua del difunto líder venezolano Hugo Chávez a una ciudad de la amazonia boliviana en duelo y llovieron críticas en su contra. AP
Autoridades y opositores cuestionaron que la efigie se haya entregado en Riberalta, a 650 kilómetros al noreste de La Paz, cuando la ciudad guarda luto por la muerte de ocho pasajeros en un accidente aéreo ocurrido el domingo que desnudó la precariedad del aeropuerto local.
A falta de un carro bombero y extinguidores, vecinos apagaron las llamas con barro y ramas cuando el pequeño avión con 16 pasajeros y dos tripulantes se salió de la pista y se incendió en los matorrales tras un aterrizaje de emergencia, según testigos.
Diez sobrevivientes, entre ellos los dos tripulantes, se recuperan de múltiples quemaduras.
“El gobierno regala una estatua de Chávez a Riberalta pero no un carro bombero”, cuestionó el diputado opositor por esa región Juan Carlos Ojopi.
“Es una falta de respeto a una ciudad que está de duelo”, dijo el gobernador Carmelo Lens. La gobernación de Beni, donde pertenece Riberalta, declaró duelo por los fallecidos, entre ellos tres funcionarios de la gobernación.
El mandatario entregó la efigie de tres metros de altura financiada por el gobierno venezolano en un paseo de esa ciudad con motivo del aniversario de la Fuerza Naval Boliviana.
Riberalta tiene más de 100.000 habitantes y tampoco tiene un cuerpo de bomberos, según sus autoridades.
La efigie representa al ex presidente venezolano en uniforme militar, con la mano derecha en el pecho y la izquierda levantada. Chávez fue aliado de Morales y financió numerosas obras sociales en Bolivia.