Frustrado con las modestas ventas en su pequeña fábrica de maniquíes, Eliézer Álvarez hizo un simple análisis: las mujeres venezolanas utilizan cada vez más la cirugía plástica para transformar sus cuerpos, sin embargo, los maniquíes en las tiendas de ropa no reflejen estas nuevas proporciones, a menudo extremas.
Reportaje de TheNewYorkTimes – William Neuman
Así que volvió a su taller y creó el tipo de mujer que pensaba que el público quería – una con un pecho abultado, las nalgas paradas, una cintura de avispa y piernas largas, una fantasía de fibra de vidrio, a la venezolana.
La forma se aumentó, lo mismo que las ventas. Ahora sus maniquíes, y otros como ellos, se han convertido en la norma en las tiendas de toda Venezuela, que actúa como un exagerado, a veces extremo, punto de vista del cuerpo femino que se asoma por las puertas de las pequeñas tiendas de ropa barata para las mujeres de la clase trabajadora y también se muestran en la vitrinas de las boutiques de lujo en varios niveles de los centros comerciales.
“Usted ve a una mujer así y dices, ‘Wow, me quiere ver como ella'”, dijo Reina Parada, mientras lija el torso de maniquí en el taller. Aunque no se lo puede costear, dijo, que le gustaría tener la cirugía de implante algún día. “Te da una mejor autoestima.” / Continuar leyendo