En un condado de Carolina del Norte (EE.UU.) van a revisar la adopción de niños. La polémica ha surgido después de que esposaran a un menor acogido y le colgaran del cuello una gallina muerta, informa ActualidadRT.
“Nunca me hicieron sentir como si fuera su hijo”, dice Dmitri. Cuando sus padres adoptivos tuvieron hijos biológicos, Dimitri pareció pasar a ser un estorbo para la pareja, por lo que quisieron deshacerse de él como fuera.
Los Stewards ni siquiera se tomaron el tiempo de buscar un nuevo hogar en condiciones para el joven Dimitri. Sencillamente contrataron por internet un servicio de reacomodación y abandonaron a su hijo a cargo de la primera persona que mostró un mínimo interés.
Esa persona fue Nicole Eason, quien prometía ser una madre dedicada y crear un ambiente apropiado para que el chico se desarrollara y estudiara. Sin embargo, la realidad fue muy diferente. “Era un habitáculo minúsculo. Yo mire a mi padre [adoptivo] y le dije: no me puedes dejar aquí. Ni siquiera había un escritorio para estudiar”, cuenta Dmitri.
Tras poco más de un mes Dimitri no pudo aguantar más. Pese a su situación, no fueron sus anteriores padres los que acudieron al rescate, sino la misma agencia que lo había reubicado. La empresa además solo tomó cartas en el asunto cuando se descubrió que la nueva madre adoptiva escondía un turbio pasado que ponía en serio peligro la vida de Dimitri.
“Nicole estuvo casada con un pederasta y no podía crear un ambiente de estudio porque no tenía dinero. En seguida nos metimos en el coche y fui