Una de las razones que argumentan los científicos del Instituto Brigham and Women’s Hospital y el Dana-Farber (ambos en Estados Unidos), es que, si el diagnóstico se realiza antes, en una etapa más temprana de la enfermedad, “el tratamiento tiene más posibilidades de éxito”.
Además, puntualiza Ayal Aizer, principal autor del trabajo, “creemos que el apoyo de los cónyuges es lo que origina la mejora notable en la supervivencia. Acompañan a los pacientes a las consultas y se aseguran de que entienden y cumplan las recomendaciones y completan el tratamiento”.
Probablemente, sean estas las circunstancias por las que, según los resultados, entre los pacientes con cáncer no casados (incluidos viudos y viudas), había un 17% más de riesgo de tener metástasis y un 53% menos de probabilidades de recibir el tratamiento adecuado.
Positivo, el efecto del matrimonio
Después de analizar una serie de datos sobre la supervivencia en Estados Unidos, provenientes de 734.889 personas que habían sido diagnosticadas de cáncer entre 2004 y 2008, los expertos del Brigham and Women’s Hospital y el Dana-Farber se centraron en las 10 principales causas de muerte en el país (pulmón, colorrectal, mama, páncreas, próstata, hígado, linfoma de Hodgkin, cabeza y cuello, ovario y cáncer de esófago) y ajustaron información relativa a otros posibles factores demográficos como la edad, el sexo, la educación, ingresos económicos o la raza.
Una de las principales conclusiones a las que llegaron los científicos sorprendió a más de uno: “vemos positivo el efecto del matrimonio, pero también animamos a quienes tienen un amigo o ser querido con cáncer a acompañarle, ya que esto puede suponer una diferencia vital en la evolución de esa persona”. Palabras de Paul Nguyen, coautor de esta investigador y oncólogo del Dana-Farber.
Parejas para proteger el corazón
Pero vivir más años no es la única ventaja del matrimonio. Varios estudios apuntan su papel protector en diversas enfermedades (incluida la demencia) o en padecimientos del corazón, según lo acaba de publicar la revista científica American Heart Journal.
Un grupo de especialistas estudiaron las historias clínicas de 11.216 personas (el 55% estaban casadas y el 45% solteras, viudas o divorciadas) sometidas a una angioplastia para restaurar el flujo en las arterias obstruidas.
Después de ajustar otros valores como el tabaquismo, antecedentes familiares y colesterol alto, los investigadores vieron que los pacientes solteros/viudos o divorciados tenían más del doble de probabilidades de morir y sufrir eventos cardiovasculares (como el infarto cardiaco) durante el año siguiente a la angioplastia.
Según los resultados de la investigación, después de la angioplastia, el 1,1% de los solteros murieron a lo largo del año, en comparación con el 0,4% de los fallecimientos ocurridos entre los pacientes casados.
En cuanto a los problemas coronarios, en los 30 días siguientes a la angioplastia, el 3,1% de los solteros sufrió algún evento de este tipo, en el grupo de los casados, el 1,2%. En el transcurso de un año, los porcentajes fueron del 13,3% en los solteros y del 8,2% en los casados.
En definitiva, al igual que ocurre con las personas con cáncer, “los pacientes coronarios necesitan mucho apoyo y su atención no termina en el hospital”, señala Ron Waksman, responsable del estudio que ha realizado con un grupo de expertos del Washington Hospital Center (EEUU).
Cada vez más estudios científicos corroboran las ventajas que tiene el matrimonio sobre la salud.