El ocaso de la MUD señala inequívocamente el fin del régimen. Mucha gente está acostumbrada al simplismo de confundir una confrontación de socios, como si fuese la pelea de fondo entre dos verdaderos contrincantes. Por eso en muy tramposo el lenguaje del oportunista que se abre la camisa gritando: !! mátame si te atreves, descuartízame, encarcélame, machácame!! cuando sabe perfectamente que de allá para acá solo le harán disparos de salva o le prodigarán nuevos insultos para subirle los puntos de la polarización indispensable al modelo político, amasado en las estafas electorales.
Lo más conspicuo de la maniobra es que puede hasta llegarse al caso que efectivamente lo pongan preso y ello solo confirmaría que se está llegando al punto de mayor teatralidad en las imposturas.
Si no lo hacen es por la inseguridad de ejecutar una acción, por parte de un gobierno en las ultimas, convertida en un acto temerario, que puede desatarle un nivel de conflictos aun mayor, porque una cosa es lo que piensa el víctima, que vocifera que vengan a por él, y otra cosa muy distinta es que ello provoque una acción incontrolada para el esquema disuasivo y represivo del régimen.
Sin embargo cabe preguntarse ¿Y será entonces que este héroe de la retirada del 17 de abril, anda buscando como sea que se personifique en él un hecho político mayor, como por ejemplo su encarcelamiento?
Si ese jueguito macabro es el tácitamente pactado con el gobierno, o provocado, apostando a ese cálculo de colocarnos a todos detrás del rabo de un dirigente que ya se probó y desertó, cuando debía asumir la expulsión de este régimen; entonces tenemos un problema nuevo: además del nefasto gobierno, el liderazgo de la MUD pasó de ser colaboracionista, a convertirse en un obstáculo aventurero subordinado a los caprichos de un dirigente fracasado.
La movilización del sábado 23, convocada por H. Capriles, salvo en contados municipios, fue en general muy pobre, al estar motivada por el interés electoral que nadie, salvo la dirección fracasada de él mismo y la MUD, quieren convertir en decisiva. Porque, recordémoslo una vez más, para ellos solo es decisivo arrodillarnos de nuevo al CNE chavista fraudulento.
Para nadie ya es un secreto que de este régimen madurista, en este momento, SOLO SE PUEDE TERMINAR DE DOS (2) MANERAS.
Una es la insurrección popular a partir de un estallido de la rabia colectiva, que imponga en el medio del caos civil y militar, un nuevo régimen presidido por un colegiado de conjurados subversivos, partidarios de un obligante terror a la Robespierre, que aplique con reglas dictatoriales la ley y el orden, auxiliados por las FFAA, que se disciplinen a ese directorio.
Y la otra salida es un Golpe de Estado, con dirección militar exclusiva, o militar-cívica, que sustituya el régimen madurista y se dedique a construir otro nuevo y distinto, basándose en nuevos consensos, o en un plan preconcebido de transformaciones estructurales de la economía y las instituciones y que inicialmente descartan por completo su refrendación electoral, porque con ellos solo se mantendría una crisis política latente.
La condena de H. Capriles a la salida del Golpe de Estado, para nada implica que él esté dispuesto a asumir la salida insurreccional. El solo se coloca del lado de Maduro y aboga por una vaina que solo existe en su cabeza y en la de los cómplices de este gobierno y es la salida por cansancio: es decir que Maduro y quien suceda a Maduro se cansen de darles cipotazos y propinarnos atropellos de todo género, para que convoquen una elecciones y declaren que esa vez no harán trampa y las gane Caprilito.
Esta idiotez es así concebida, y no hay otra explicación, porque lo diferente es imaginar que nos lanzaremos a la calle para exigir la presidencia para él, como los iraníes por el Ayatola Komeini en Enero de 1979, o los Argentinos por Perón en 1972, y la verdad es que no le veo madera a Caprilito, ni de esos portentosos lideres calamitosos, como tampoco para asumir la dirección de un cuerpo expedicionario o unas guerrillas del tipo sandinista, lo que además es tan estrambótico como imaginarle a la cabeza de una invasión yanqui que resuelva sustituirnos como colonia cubana, por una “puertoriqueñización”.
Es sencillamente de idiotas suponer que este país puede aguantar infinitamente un calendario electoral del régimen chavista, diseñado para la trampa, con el plan de que algún día la pegaremos otra vez, porque lo trágico es que la pegamos y él se chorreó, porque a nombre de la NO violencia hay que calarse también el fraude. Entonces cabe preguntarse:
¿Qué es lo que tú quieres muchacho? ¿Qué nos coma el tigre? ¿Qué Maduro se estabilice? ¿Qué cambie de naturaleza este régimen lumpen de locoides, ladrones, aventureros y déspotas y se asocien contigo y la boli burguesía que empiezas a expresar cabalmente para llevarte al poder por votos el 2019?.
Entonces bájate rápido de esa nube y de paso tendrás que admitir que se te puso cuadrada la arepa, después de ponérnosla así a nosotros, cuando tu torta, con la capitulación luego de las elecciones del 14 de abril.
La política amigo no da 10 chances para subirte al tren, de una si juegas para la gran subida, como fue la tuya y como ya te pelaste de escalón te quedaste tirado en el suelo aunque con suerte no te molieron contra los rieles, y de allí no te para ninguna frasecita de ocasión, ninguna jalada al régimen y te agradeceríamos que no consternes a tus fans con mas dramatismos.
Siempre he sostenido que la llamada oposición ha sido un pilar del régimen chavista, ahora madurista. Esto, nunca fue más cierto que ahora, cuando es tan evidente que juegan a que seamos carne de cañón, para lograr sus benditos puestos que les harán cuentadantes, y a muchos de ellos ricos y notorios corruptos aunque no tanto como los del malandraje rojo.
Independientemente de los resultados del 8 de diciembre y como quiera que ni la MUD ni Capriles podrán apartarse de su manía por buscar unos cambures, creyendo que con eso salimos de esta calamidad, queda solo la UNICA otra opción, el Golpe de Estado.
La consigna no puede ser distinta, ya no hay otra. La salida electoral solo tenía destino como primer episodio de la propuesta insurreccional, y los electoreros pacifistas bobos acabaron con ella luego de la gran reculada del 17 de abril de 2013.
Con un gobierno basado en las FFAA y Un Nuevo Orden, habrá que cambiar de régimen y rediseñar el Estado.
Las FFAA deben volver a los cuarteles, pero antes le deben a los venezolanos salir de estos apóstatas que arruinaron esta nación, hablando en nombre y enlodando su prestigio por 15 largos años.
La deuda de las FFAA con este país debe ser saldada y no habrá discursito que pueda impedirlo. No es mala idea sacarlo en pijamas como a Zelaya y que el Presidente Santos lo acoja como a un amigo y ciudadano neogranadino caído en desgracia. En Bogotá JJ Rendón, puede brindarle una visita para enseñarle su pasaporte nuevo.