Marcos Henández López: Potenciar el miedo

Marcos Henández López: Potenciar el miedo

Podemos caracterizar el miedo según los expertos, como una emoción descrita por un intenso sentimiento desagradable, provocado por la percepción de peligro real o supuesto, presente, futuro o pasado, la máxima del miedo es el terror. En el caso del contexto político Venezolano, todo apunta al 8/D, emerge una misión que es la de sembrar el miedo, pudiera ser la misión de mayor significación para el gobierno que busca por todos los medios estratégicos y tácticos legitimar a Nicolás Maduro en la presidencia de la Republica.

La violencia es una acción de atropello, la violencia carece de una lógica, sensatez,  racional, con esta práctica el oficialismo busca desmovilizar a la oposición, la violencia como estrategia tiene la misión de activar el miedo que es un arma sumamente poderosa para desconcertar a los millones de personas que adversan la gestión de Nicolás Maduro.

La complejidad política que vive nuestro país,  hay que darle un tratamiento psicológico, indiscutiblemente, está afectando la estructura mental y causa ansiedad en la mayoría de los venezolanos. Según datos de la más reciente historia política y social venezolana, este país venia consolidando una cultura de paz, vinculada a la naturaleza humana de los millones de venezolanos que es de pasividad, por supuesto, con sus claras excepciones. Desde que la revolución Bolivariana salió airosa de las elecciones presidenciales en el año 1999, nuestro país ha transitado por frecuentes situaciones de conflictos que han derivado en la confrontación casi a diario entre pueblo contra pueblo, pero una lucha en el fondo injusta, destructiva, donde lo protagónico lamentablemente es la sinrazón,  que lleva intrínseco  sembrar el miedo como arma psicológica para desmovilizar principalmente a la clase media que en mayoría muestra su rechazo tangiblemente en  todos los comicios electorales.





La violencia política se había mantenido como una amenaza que pasó de la probabilidades a la práctica en los diversos eventos electorales o políticos, ese equilibrio frágil que existía entre la paz y la violencia se fracturo por intereses de poder más económicos que ideológicos, en síntesis la violencia está delineada para mantener un proyecto político – ideológico que demostró una tendencia hacia la decadencia vista en sus resultados el pasado 14 de Abril 2013.

Para la revolución y con todo su derecho, lo relevante es aplicar estrategias violentas que afiancen su sobrevivencia como proyecto político – ideológico, dichas acciones estratégicas se articulen directamente a las luchas políticas que activa el gobierno por ser este el terreno más favorable para imponer y potenciar sus intereses particulares y  así desmontar las verdades que puedan emerger. El gobierno está claro que las transformaciones sociales y económicas son sus garantías para continuar el intento en la construcción de su proto socialismo del siglo XXI, no obstante, estas luchas solo han traído resultados que muestran indicadores que conspiran con el desarrollo socioeconómico de todos los venezolanos. El régimen con sus discursos incendiarios no resolverán los problemas existenciales de todos los venezolanos, discursos que hacen apología a la violencia con la intencionalidad de imponer la misión sembrar el miedo.

Director de la consultora Hernández Hercon

marcoshernándezlópez@gmail.com

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