Roque Medina es un artista tachirense que se ha venido abriendo espacio en la capital del mundo New York, desde donde proyecta su trabajo como diseñador de interiores y artista plástico hacia todo el continente. Durante los últimos siete años ha estado enfocado en fortalecer sus destrezas en el área decoración de espacios y las artes plásticas, cursando estudios en el Art Institute de Florencia, el Instituto de Arte de Sotheby’s y el Art Student League de New York, así como en la Universidad de Barcelona, donde se formó como Visual Merchandising.
Roque siente el diseño interior como su pasión, una pasión que conjuga diferentes aspectos artísticos que se enriquece con diversos tipos de materiales para crear espacios llenos de armonía y glamour. En cuanto a la pintura, ha venido desarrollado una técnica especial, utilizando recursos de manera no tradicionales: yeso, el pan de oro, pan de plata y la pintura al óleo. Al respecto, destacó: “mi propuesta es la creación de arte moderno, donde la luz es la protagonista y la manera como ésta se refleja sobre mis piezas”, dijo el joven artista. Adicionalmente, gracias a su ávido apetito por las artes plásticas y su pasión por el mundo, ha logrado captar con su cámara importantes iconos arquitectónicos de muchos países.
“Siento una atracción infinita por la arquitectura y tengo una fijación particular por el edificio Chrysler de New York, al cual he fotografiado constantemente y pintado de mil y una forma. Creo que tiene una estructura única y define perfectamente el estilo Art Deco de la época en que fue construido. Mi actual trabajo apunta hacia resaltar esa construcción, aprendiendo y evaluando su historia a través de los años. El Chrysler Building es una muestra de que el arte ahora es global, infinito, auténtico y que cautiva a todos por igual”, enfatizó Roque.
“Aunque la cámara toma la imagen, mi interpretación de la influencia de la luz solar sobre los edificios es la que define el proceso inicial de mis cuadros. Una vez capturadas estas imágenes son impresas en lienzo y más tarde trabajó con hojas de metal junto con otras texturas, transfiriendo así su particular visión a cada pieza. Este estilo distintivo permite los cambios fácilmente apreciables antes los ojos del espectador en función de la influencia de la luz que recibe. Incluso cuando nos paseamos alrededor de estas pinturas la luz nunca es la misma, lo que hace evolucionar mis pinturas a lo largo del tiempo, es una conversación que no termina”, finalizó diciendo el artista quien pronto recorrerá la región con su propuesta.