26. No darle sexo oral (aunque ella te lo pida). Las mujeres también disfrutan del sexo oral. No puedes decir que no lo sabías. ¿Te quejas por el olor o el sabor? Nada que la higiene no pueda resolver (¿cómo crees que ellas hacen luego que nos desabrochan la bragueta?). En fin, no hay excusas, y si necesitas consejos para ser mejor con en cunnilingus, nosotros los tenemos.
27. Obligarla que te dé sexo oral. Por otro lado, en el sexo nada es obligado. Nunca la coacciones para que vaya allá abajo. Recuerda que tiene el miembro más preciado de tu cuerpo entre sus dientes. Consentimiento absoluto, siempre.
28. Forzar su cabeza mientras te hace una felación. Vale, digamos que ella accedió encantada a darte sexo oral. Y mientras lo hace a ti te da como por presionar su cabeza y controlar siempre sus movimientos hasta el extremo de no dejarla respirar… ¿Después te preguntas por qué no quiso volverlo hacer? Mejor acaríciale los pechos o la cara (recuerda, con delicadeza), incluso puedes tomarla del cabello. No decimos que un poco de rudeza no las encienda, pero jamás la trates como una muñeca inflable.
29. Eyacular en su boca sin consultarle. El semen es un fluido complicado. Algunas mujeres lo disfrutan, otras lo detestan. Pero el común denominador es que les desagrada su sabor o les parece asqueroso tener que tragarlo. Tienes que hablar con ella antes de dejarte llevar por la excitación mientras aún tiene su boca abierta.
30. Creer que la pornografía es igual a la realidad. No eres un actor porno, ella tampoco. En la vida real los coitos no duran dos horas corridas. No hay nada que fingir ni disimular.
31. Ver porno con ella… sin consultarlo con ella. A los hombres nos gusta el porno, eso no es un secreto para nadie. Con ellas es otra historia. Hay muchas opiniones encontradas. De nuevo la clave es hablarlo con ella para saber si disfrutaría la experiencia, una experiencia que será, además, muy distinta a tus ritos de masturbación en solitario.
32. Pedirle “perdón” por el tamaño de tu pene. No importa si es por exceso o por defecto. No discutas con ella sobre lo apropiado o inapropiado del tamaño de tu pene. O quedarás como un hombre acomplejado e inseguro, o como un engreído que se hace el tonto. Al final, ellas valorarán más tu experiencia y tus aptitudes para hacerlas morir de placer.
33. Decirle que has tenido mejores amantes. ¿De verdad tenemos que explicarte por qué esto está mal?
34. Proponerle un trío… con la otra mujer a tu lado. No está mal que las parejas tengan nuevas experiencias sexuales juntas que jueguen con “lo prohibido”, y tener un trío es quizás la fantasía favorita de todos nosotros (con dos mujeres, claro está). Para dar ese paso la clave, de nuevo, es la comunicación. Tantear con ella antes que nada si está acuerdo y luego todas las posibilidades que tendrían. Pero no le vayas a presentar de una, sin hablar nada con ella antes, a la tercera chica que quieres invitar a la cama. Eso sería la prueba máxima de que eres un idiota.
35. Tirarte en la cama y dejar que ella haga todo el trabajo. Peor que la torpeza es la pereza. Haz siempre tu mejor esfuerzo con ella. Busca tu placer dándole placer. Ella sabrá como retribuirlo muy bien.
36. Intentar tener sexo anal “por accidente”. Amigos, seamos honestos: nadie se equivoca de orificio. Ese “pequeño” “error” de cálculo ellas nunca lo creerán. Propónselo fuera de la cama (¿ya te diste cuenta que hablar es muy importante, no?) y háganlo con pleno consentimiento. Es su cuerpo y es su decisión.
37. Grabarla sin su consentimiento. Eso es un crimen y una violación de su privacidad. No tenemos que decirte más nada.
38. Dar todo por sentado. Si eres Un Tipo serio, siempre estarás dispuesto a innovar con ella en la cama, a buscar nuevas vías para darle placer. Preocúpate por satisfacerla, no solo por ver cuándo llega el orgasmo y dejarlo hasta allí.
39. Olvidar el romance. Tienes que cambiar de ver lo romántico como lo cursi y lo empalagoso. Si eres astuto, un poco de romance puede beneficiar notablemente la relación carnal. Inténtalo y nos entenderás.
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