El envío por parte del presidente de Paraguay, Horacio Cartes, de un proyecto de ley al Congreso para aceptar la entrada de Venezuela al Mercosur supone una aceptación de los hechos consumados, ante el riesgo de que su país se quede al margen de las decisiones importantes del bloque.
Entre 2006 y 2012 el Parlamento de Paraguay mantuvo los ases en la mano, gracias a la capacidad de bloquear el ingreso de Venezuela al grupo, para lo que se requiere la unanimidad de todos los Legislativos de los países miembros.
El Senado paraguayo bloqueó durante años el ingreso de Venezuela por reticencias de algunos senadores con la evolución política en ese país.
Pero un año y medio después, las tornas han cambiado y quien ahora está de lado es Paraguay, puesto que los integrantes del Mercosur aceptaron la entrada de Venezuela, mientras Paraguay estaba suspendido a raíz de la deposición del entonces presidente Fernando Lugo, en junio de 2012.
Cartes, un gran empresario de un partido conservador, el Colorado, ha hecho de tripas corazón y el pasado jueves envió al Congreso el proyecto de ley para la admisión de Venezuela, que si es aprobado, permitirá a su Gobierno reintegrarse de forma plena en el Mercosur.
Gran parte de los legisladores que lo recibirán son los mismos que componían las cámaras que lo bloquearon en el pasado, pues se han renovado poco en las elecciones, pero ahora el clima es otro.
Los aliados del presidente en la Legislatura dicen contar con los votos propios, los de los colorados, los del también conservador Unace, y los de los izquierdistas Avanza País y Frente Guasú.
Cartes ha pronosticado una “absoluta mayoría” en el Congreso a favor del proyecto de ley, ya que solo se han manifestando en contra los liberales, que carecen de suficientes votos para bloquear la iniciativa.
Al Partido Liberal pertenece Federico Franco, que reemplazó al depuesto Fernando Lugo como presidente en 2012, el origen de todo el entuerto.
Lugo fue cesado tras un juicio político del Parlamento, lo que hizo que Brasil, Uruguay y Argentina excluyeran a Paraguay del Mercosur, una suspensión que levantaron con la investidura de Cartes en agosto.
Uno de los líderes legislativos liberales, Miguel Saguier, consideró que el envío al Congreso del protocolo de ingreso de Venezuela al Mercosur supone una claudicación de Cartes “ante la presión de Brasil y Argentina”.
Los otros miembros del bloque han insistido en la vuelta de Paraguay una vez que asumió el poder Cartes, al tiempo que nunca aceptaron la argumentación del Gobierno de que fueron irregulares la suspensión del país como miembro del Mercosur y la admisión de Venezuela, sin el beneplácito de su Congreso.
El propio Cartes, que no invitó a su investidura al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, afirmó en junio, cuando era aun presidente electo, que su Gobierno rehusaría a retornar al Mercosur si este le entregaba la Presidencia semestral a Venezuela, como así ocurrió.
Sin embargo, desde entonces ha adoptado una postura más pragmática.
Para el Director de Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, Alain Saint-Saëns, la decisión de Cartes da una impresión de “debilidad”, al aceptar sin pedir nada a cambio lo que el Mercosur hizo en ausencia de Paraguay.
A su juicio, debería haber negociado la aprobación del protocolo sobre Venezuela a cambio de la condonación de una deuda petrolera de unos 300 millones de dólares que Paraguay tiene con Caracas desde hace dos años.
En cambio, Ramón Fogel, profesor de la Universidad Nacional de Asunción, opinó que es “indispensable” para Paraguay aceptar lo antes posible la entrada de Venezuela en el Mercosur.
“Es imperativo normalizar las relaciones, no puede Paraguay seguir aislado”, aseveró.
Como país mediterráneo, Paraguay depende de sus vecinos para canalizar sus importaciones y exportaciones, que este año serán récord debido a su enorme producción de soja y carne, sus dos principales rubros.
Además, el Gobierno afronta una situación delicada en las negociaciones de un acuerdo comercial del Mercosur con la Unión Europea, que se reactivarán este mes con el intercambio de ofertas de apertura de mercados.
Debido a su decisión de no participar en los procesos del bloque, sus delegados previsiblemente se tendrán que levantar de la mesa si los representante venezolanos se sientan en ella.
En este momento, los que pueden quedar fuera de la sala son los paraguayos. EFE