La inmunoterapia contra el cáncer, elegida como “avance científico del año”

La inmunoterapia contra el cáncer, elegida como “avance científico del año”

La inmunoterapia contra el cáncer, un método que se ha estado elaborando durante décadas, encabezó la lista de los diez avances científicos más importantes de 2013, anunciada hoy por la revista Science.


El método, que representa un cambio de enfoque en el tratamiento del cáncer, emplea el sistema de inmunidad del cuerpo para combatir los tumores en lugar de atacarlos directamente con compuestos químicos o radiación.

“Los nuevos tratamientos impulsan a las células T y otras células inmunológicas a combatir el cáncer, y los editores de Science creen que dichas estrategias son lo suficientemente prometedoras como para encabezar su lista de los descubrimientos científicos más importantes del año”, señaló un comunicado de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, que publica la revista.





“Este año ya no quedan dudas sobre la inmensa promesa de la inmunoterapia contra el cáncer,” dijo el editor en jefe de la revista, Tim Appenzeller.

Aún así, Appenzeller advirtió que, hasta ahora, este método “sólo funciona para algunos cánceres y unos cuantos pacientes, por lo que es importante no exagerar los beneficios inmediatos”.

“Pero varios especialistas en cáncer están convencidos de que están presenciando el nacimiento de un importante nuevo paradigma para el tratamiento del cáncer”, añadió.

La lista de Science de los otros nueve logros científicos que considera más innovadores en el año que termina incluyó la técnica CRISPR de edición genética, descubierta en bacterias, pero que ahora los investigadores emplean como un escalpelo para la cirugía en genes individuales.

Más de una docena de equipos investigadores han usado la técnica para manipular los genomas de varias células vegetales, animales y humanas.

Otro de los logros destacados por Science son las células solares Perovskita, que constituyen una nueva generación de materiales de células solares, más baratas y fáciles de producir que aquellas células de silicio tradicionales.

La revista también resaltó los avances en biología estructural como guía en el diseño de las vacunas. Este año, los investigadores usaron la estructura de un anticuerpo para diseñar un inmunógeno, el ingrediente principal de una vacuna para un virus de infancia causante de la hospitalización de millones cada año.

Asimismo, la técnica CLARIDAD de generación de imagen que torna transparente el tejido cerebral y pone a las neuronas y a otras células cerebrales en pleno despliegue, según Science, “cambió la manera en que los investigadores ven a este intrincado órgano en 2013”.

Los investigadores también lograron progresos notables en el cultivo de mini “organoides” tipo humanos in vitro, que incluyeron capullos de hígado, mini-riñones y cerebros diminutos.

“Tales órganos humanos miniaturizados podrían resultar ser mucho mejores modelos para enfermedades humanas que los animales”, explicó Science.

Del mismo modo, la publicación destacó el rastreo de rayos cósmicos a los remanentes de supernova.

“Aunque detectadas originalmente hace cien años, los científicos no están seguros de donde vienen las partículas de alta energía del espacio exterior conocidas como rayos cósmicos. Este año, finalmente vincularon los rayos a las nubes de escombro dejadas atrás por las supernovas o estrellas haciendo explosión”, resaltó.

Los investigadores pudieron además derivar células madre de embriones humanos clonados, tras descubrir que la cafeína juega un papel importante en el proceso, al estabilizar moléculas claves en delicadas células de óvulos humanos.

El octavo logro que recopiló Science destaca que los estudios con ratones dieron respuesta a una pregunta que ha ocupado a los científicos por largo tiempo: ¿por qué dormimos?

La investigación mostró que el cerebro se limpia a sí mismo mediante la expansión de canales entre neuronas que permiten el movimiento de más fluido cerebroespinal durante el sueño.

Finalmente, la investigación de los billones de células bacterianas que aloja el cuerpo humano demostró la contribución que esos microbios aportan a la salud humana. EFE