Organizar la cena de Nochebuena es tarea apetecible pero no siempre sencilla. A tener en cuenta, una variedad de factores que incluyen los cinco sentidos: lo que vamos a tomar, las bebidas, la mantelería, la luz, el incienso o la música de fondo. Informe21
Todo es importante para el resultado final: el lugar donde se celebra, la vajilla, las copas y vasos, la cubertería, la decoración y el menú. Pero sobre todo, el buen humor, ingrediente principal de todas las salsas que aconsejaríamos. En el punto 10 está el mejor villancico del mundo. Si lo escuchan, comprenderán por qué. Disfrutemos de estos día. A continuación ofrecemos las diez claves para una celebración perfecta:
Estilo y tono
No es igual pasar la Nochebuena en un piso en el centro de una ciudad, que en un pueblo o en el Campo, con chimenea y olor a tierra mojada. En cada caso, se impone la lógica de ambientar la cena con un estilo «ad hoc», rústico o más sofisticado. Recomendamos centros de mesa hechos con frutas de temporada, como uvas de varios tonos, hojas y frutas pequeñas. Esta decoración durará y acabará siendo un detalle apetecible.
La luz
La profusión de velas añade la luz delicada y sinuosa que da el toque final. Se pueden utilizar faroles marroquíes con velas votivas en el interior, como manera de proteger las velas y magnificar la luz.
Aromas y colores de Navidad
El primer sentido que se estimula y el que más nos afecta de manera inconsciente es el olfato. Estos días suelen traer recuerdos de olores a canela, dulces o leña. Los ambientadores e inciensos de fragancias navideñas son variadísimos, pero aún más curiosos y disponibles los ambientadores naturales: tal es el caso de las naranjas, con especia de clavo pinchadas. Otra opción es cocer en canela en rama con un poco de azúcar o miel para que el olor se extienda por toda la casa.
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