Detrás de los que hablan en nombre del Pueblo siempre hay agazapado algo pavoroso algo religioso algo ajeno a la razón algo tribal que nos exhorta a hacer en grupo, como animales, lo que no haríamos como ciudadanos, como seres humanos civilizados.
Yo padecí muchos años a los abanderados del Pueblo y de las esencias y la dignidad y la moral del llamado Pueblo, y créanme, sé de lo que hablo. Toda persona que hable en nombre del Pueblo no es más que un canalla que pretende regresarnos a la barbarie el fanatismo y la esclavitud. La civilización es el triunfo del individuo sobre la colectividad. El reconocimiento de la superioridad del individuo y la defensa de la autoridad de ese individuo por encima de las patrañas sentimentales y oscurantistas de la tribu.
No hay Pueblos. Personas, ciudadanos. Nada más.
Juan Abreu es ecritor y pintor cubano exilado en Barcelona, España
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