Una de las cosas que más odiamos los hombres, aunque ustedes no lo crean, es las cejas tatuadas. Se ven falsas, se les ve la cara extraña y no hay nada peor que cuando se ponen verdes. Pero por si les queda alguna duda de lo que aquí estamos diciendo, comparen ustedes mismas para que vean que no estamos mintiendo.
Fuente: Nster