Un grupo de 12 privados de libertad habrían sido quienes iniciaron el motín en el Cuartel de Prisiones de Politáchira en la mañana de ayer. Los internos gritaban desde el interior que exigían traslados y solicitaban la presencia del Defensor del Pueblo. diariodelosandes.com / Anggy Polanco
Momentos de tensión se sintieron ayer en los calabozos del Cuartel de Prisiones de Politáchira, luego que un grupo de privados de libertad iniciara un motín que se extendió por más de cinco horas. La situación irregular inició a eso de las diez de la mañana, tiempo después de haberse iniciado la visita.
Se conoció que el alboroto de los internos comenzó en la celda B y luego se extendió en las tres plantas del Centro de Custodia y Resguardo, luego de que lograran dominar a varios funcionarios policiales, a quienes les quitaron las llaves para abrir las demás celdas.
Los internos de inmediato tomaron el control en el recinto de reclusión transitorio, secuestraron a tres policías y se dice que mantuvieron preparados colchones para prenderles fuego en caso de que ingresaran a lugar donde se encontraban ellos. Inicialmente se había dicho que eran cinco los policías que habían tomado de rehenes, pero luego al chequear el parte policial, corroboraron que hacían falta tres.
Ante la situación, desde el Cuartel solicitaron refuerzos a la Brigada de Orden Público y otros organismos de seguridad, por cuanto al sitio arribaron funcionarios de la Guardia Nacional, personal del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal, funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Brigada de Acciones Especiales del Cicpc, encabezadas por el jefe de la delegación estadal Táchira, Marcos Rojas y el comisario Valmore Lagos, jefe de la delegación San Cristóbal, entre otros.
Se supo que la furia de los reclusos la desató una requisa sorpresa que efectuaron este sábado en horas de la noche, donde les decomisaron varios objetos de tenencia prohibida dentro del área, entre éstos, teléfonos celulares.
Varias personas manifestaron que ya habían logrado ingresar varios familiares, cuando repentinamente una comisión policial ingresó y se desató el problema. Por un largo rato los privados de libertad gritaban desde adentro que querían traslados, además de palabras obscenas en contra de los funcionarios.
Posteriormente, representantes del Ministerio Público se acercaron a las instalaciones de la Policía regional para dialogar con los privados de libertad, asimismo un grupo de familiares tuvo participación en la mediación, pues ingresaron por un momento para conversar con los amotinados, particularmente los cabecillas.
Aunque inicialmente se dijo que se habían fugado varios internos, tales comentarios fueron negados.
Hasta la tarde de ayer, los directivos de Politáchira mantenían el diálogo con el grupo de internos, sin embargo no ofrecieron versiones oficiales de la situación. En el Cuartel de Prisiones existe un total de 110 detenidos, algunos de éstos piden traslados hacia otros penales y que les permitan visitas conyugales.
A la expectativa
Por su parte, en la parte externa se logró observar a los angustiados familiares, quienes fueron alejados de la puerta trasera de la sede policial. Algunas madres lloraban al escuchar gritar a sus allegados dentro del recinto, al imaginarse que estaban siendo quizá golpeados.
Otra versión
Otras versiones indican que a eso de las nueve y media, varios reclusos pidieron realizar una llamada y en un descuido sometieron a los funcionarios que los custodiaban, para luego tomar las tres plantas del Cuartel de Prisiones.
Más de cinco horas
A las 3:30 de la tarde de este domingo se dio por culminada la situación de rehenes en los calabozos del Cuartel de Prisiones, luego de que un nutrido grupo de efectivos adscritos a la Brigada de Orden Público les lanzara gas lacrimógeno a los amotinados, y retomaran el control de las tres plantas del recinto de reclusión transitorio.
Varios uniformados resultaron con heridas leves debido a que los privados de libertad les lanzaron objetos contundentes. También cabecillas de la reyerta habrían resultado con lesiones nada graves.