El papa Francisco se prepara para tomar una de las decisiones más importantes de su joven pontificado en las próximas semanas, cuando nombre nuevos cardenales, los “príncipes de la Iglesia” que le ayudarán a forjar el futuro y que un día elegirán a su sucesor.
La elección de cardenales es una de las muestras más claras de la dirección que el Papa quiere que sigan los 1.200 millones de católicos, y qué tipo de hombre quiere que le suceda.
Francisco ha tratado de cambiar la imagen de la Iglesia desde que fue elegido en marzo, así que su elección de los cardenales, que asumirán el cargo el 22 de febrero, es más esperada de lo habitual.
Se aguarda que anuncie a los elegidos antes de final de enero, para que puedan llevarse a cabo los preparativos para el “consistorio” ceremonial, pero hasta ahora ha habido pocos rumores sobre los posibles elegidos.
En el pasado, era prácticamente seguro que los arzobispos de las grandes diócesis o quienes dirigían los departamentos vaticanos obtuvieran el solideo cardenalicio.
Pero Francisco, que renunció a su espaciosa suite papal y optó por un apartamento modesto en la casa de invitados del Vaticano y se desplaza en un Ford Focus en lugar de en la limusina Mercedes a prueba de balas, ha mostrado que le importa poco la tradición.
“Se siente muy libre de elegir a las personas que cree que deberían estar en esos puestos, independientemente de lo que se ha hecho antes”, dijo el padre Antonio Spadaro, director del diario jesuita Civilta Cattolica, que entrevistó al Papa en verano.
“A buen seguro que nos ayudará a entender mejor hacia dónde quiere que vaya la Iglesia”, añadió.
ROMPIENDO LAS NORMAS
En la actualidad hay 14 vacantes en el Colegio Cardenalicio para los nuevos candidatos a entrar en un cónclave que elegirá al Papa.
Las normas de la Iglesia limitan en teoría el número de “cardenales electores” a 120, pero Francisco puede decidir romper o incluso abolir esa norma.
En cualquier caso, diez cardenales que son ahora electores cumplirán 80 años durante 2014, así que Francisco podría designar a hasta 24 nuevos cardenales electores y aún así volver a tener 120 a final de año.
Además de los potenciales cambios en el equilibrio entre liberales y conservadores, y elevar a hombres con cualidades personales que él valore, Francisco podría alterar también su distribución geográfica.
En el cónclave que eligió a Francisco en marzo pasado, 69 cardenales eran de Europa, pese a que la Iglesia ha sufrido un declive en el número de fieles en el continente. Italia tiene 28.
Comparativamente, sólo hay 19 cardenales de toda Latinoamérica, una región con el mayor número de población católica del mundo, y 11 y 10 respectivamente en África y Asia, donde la Iglesia crece rápidamente.
Francisco, que fue arzobispo de Buenos Aires, es el primer Papa latinoamericano y el primero no europeo en 1.600 años. Reuters