Las autoridades de Salud de Panamá demolerán las casas del exdictador Manuel Noriega y de su hija Sandra, por considerar que son criaderos de mosquitos que transmiten el dengue, mientras que excolaboradores del exgobernante calificaron este jueves el hecho como una “infamia”.
“Es correcto, hicimos una revisión de las casas y se encontraron criaderos, se eliminaron, se fumigó y se tomó la decisión de demolerlas”, dijo este jueves a la AFP el ministro de Salud, Javier Díaz.
El mandatario Ricardo Martinelli anunció el miércoles pasado que las dos viviendas en el exclusivo Altos del Golf de la capital, serían “demolidas, porque son criaderos de mosquitos”.
Sin embargo, el exconsejero político de Noriega, Mario Rognoni, dijo a la AFP que “eso es una infamia y una medida impulsiva del Ejecutivo”.
Rognoni dijo que recientemente el ministerio de Salud informó “que mantenía ambas viviendas limpias de criaderos de mosquitos, entonces no me explico el anuncio del presidente”.
Julio Berrios, exabogado de Noriega, apuntó que “estas viviendas no pueden ser demolidas porque son propiedad de la familia Noriega”.
Las autoridades panameñas anunciaron a finales de 2013 que Panamá se encuentra en “zona epidémica de dengue”; en ese momento se reportaron 3.307 casos de dengue con cuatro personas fallecidas y a principios de este año murió una más.
Desde que Noriega fue depuesto por la invasión estadounidense a Panamá en 1989, ambas viviendas se encuentran bajo cautela del ministerio de Economía y Finanzas (Mef).
La vivienda de Noriega está valorada en 1,2 millones de dólares y la de su hija Sandra Noriega en 500.000 dólares.
Durante la invasión, Noriega fue apresado y llevado a Estados Unidos, donde estuvo en una cárcel de Miami durante dos décadas por cargos de narcotráfico y luego cumplió casi dos años en una prisión en Francia por lavado de dinero. AFP
El ex hombre fuerte de Panamá, que celebrará 80 años en febrero, se encuentra detenido en la cárcel El Renacer, acusado del asesinato de opositores durante su régimen (1983-1989).