Investigadores canadienses y australianos lograron identificar la cepa de la bacteria del cólera, responsable de una pandemia que causó millones de muertos en el siglo XIX, y lograron por primera vez secuenciar el genoma de este patógeno.
Al trabajar sobre una porción bien conservada del intestino de una víctima, los científicos pudieron desvelar el misterio de esta bacteria que continúa causando estragos hoy en día en los países más pobres del planeta. Sus trabajos fueron publicados esta semana en el prestigiosa revista médica estadounidense New England Journal of Medicine.
Este hallazgo es importante porque hasta ahora los investigadores no habían logrado identificar las primeras cepas de la bacteria Vibrio clolerae, un patógeno que se desarrolla en el agua.
“Este avance permite mejorar considerablemente la comprensión de los orígenes de esta bacteria y abre camino a mejores tratamientos y potencialmente una (forma de) prevención”, explican los autores del estudio.
También pudieron confirmar el primero de los dos tipos de cólera, calificado “clásico” y que fue probablemente responsable de cinco de las siete epidemias más mortales del siglo XIX. Casi todas comenzaron en el Golfo de Bengala.
“Comprender la evolución de una enfermedad infecciosa representa un enorme potencial para comprender su epidemiología, cómo ésta evoluciona en el curso del tiempo y los factores que favorecen su transmisión entre humanos”, explica el doctor Hendrik Poinar, profesor adjunto de genética y director del centro de estudios de ADN antiguo de la Universidad McMaster de Canadá, uno de los coautores.
El origen de la bacteria responsable del cólera fue durante mucho tiempo un misterio, porque los científicos no podían investigar muestras antiguas.
Este patógeno se aloja en los intestinos de sus víctimas y no alcanza jamás los dientes o los huesos, lo que hace que no haya prácticamente restos de ADN de la bacteria.
Para esta investigación, los genetistas tuvieron acceso a una serie de tejidos humanos conservados en un museo de historia médica creado por el Colegio de Médicos de Filadelfia en 1858. La ciudad había sido víctima del cólera unos años antes.
El ADN de la bacteria utilizada para esta investigación fue extraído del intestino de un hombre muerto de cólera en 1849.
Los investigadores pudieron determinar que el biotipo de la bacteria denominada “clásica” y la segunda, denominada El Tor, coexistieron en los humanos en las aguas estancadas durante siglos, posiblemente millones de años, antes del surgimiento de las pandemias del siglo XIX.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay de tres a cinco millones de casos nuevos de cólera por año en el mundo, que causan entre 100.000 y 120.000 muertes.
El cólera produce diarreas importantes que conducen a una severa deshidratación, y finalmente la muerte, si no se trata rápidamente. AFP