¿POLITICA DE ESTADO?: En todos estos años del régimen rojo rojito, desde 1999 hasta nuestros días son muchas las columnas en las que me he referido al tema de la criminalidad desbordada, la ausencia de un estado de derecho y de la independencia de los poderes de un gobierno que pareciera estar siempre del lado de los malos, de los asesinos, de los corruptos y otras alimañas que han crecido en estos 15 años.
Con una cifra de 93% de impunidad de los homicidios pensemos como se sentirán los criminales sabiendo que nunca serán perseguidos sino mas bien “auspiciados” desde el alto poder con los miles de mensajes de violencia, lucha de clases, enemigos y no adversarios, vendepatrias y no patriotas y una larga lista que ya todos conocemos. Con solo ver con quien aparecía Chávez -y ahora su heredero- ya predecíamos cuales serían sus epítetos e instrucciones para sus huestes. Oír a un funcionario de cualquier rango justificar lo injustificable o buscar culpabilizar todavía a los anteriores gobiernos cuando llevan 15 años gobernando es -cuando menos- un insulto a la inteligencia.
Como la velocidad de los acontecimientos en este intento de imponer a juro el socialismo y las comunas -fracasos globales de los últimos dos siglos- no nos deja tiempo para reflexionar, hagámoslo entonces con la impronta del carismático teniente coronel que desde 1999 cuando arrancó desde el desfile militar de su inauguración justificando que un padre de familia robara para conseguir pagar la medicina para su hijo enfermo si no tenía recursos.
Los testimonios y verdades que en su acucioso trabajo reporta Anderson señalan por encima de todas las cosas que la violencia, los asesinatos, los secuestros, las invasiones y todas las ilegalidades -incluyendo las expropiaciones- destructoras del país tienen un soporte duro en la impunidad judicial, en el apoyo del régimen en ese malandraje asesino y en el deseo claro de intimidar al resto de la población, doblegarla, atemorizarla y crearle su propio “toque de queda criminal”.
Ayer en el diario Tal Cual leí esta terrorífica nota bajo el título Tarantino en Petare: “Llámenlo enfermizo o curiosidad que raya en el morbo, pero cada viernes en la tarde, en la Redoma de Petare se estaciona una camioneta de pasajeros, de ruta troncal, para vender CD con las últimas escenas violentas grabadas en la cárcel de Tocorón. El asombro no ha llegado todavía: los “quemaítos” se venden como Harina Pan.
Nelson Bocaranda Sardi
@nelsonbocaranda
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