Un Boeing 787 de la compañía Japan Airlines (JAL) se quedó este miércoles en tierra por el calentamiento de una batería y la emisión de humo, un año después de que una serie de problemas similares inmovilizó la flota de estos aparatos durante tres meses.
El incidente se produjo el martes en el aeropuerto de Tokyo-Narita donde el avión de la serie “Dreamliner” estaba estacionado antes de emprender un vuelo a Bangkok.
Según JAL, una batería de ion litio de este 787 se recalentó y se produjo una fuga de electrolitos de una de las ocho células que la integran.
El fabricante de baterías de ion litio, el japonés GS Yuasa, aseguró que “el grupo va a colaborar con JAL y Boeing para aclarar las razones de este incidente”.
En noviembre pasado, JAL ya había señalado un problema en las baterías, aunque no se produjo humo ni trazas de recalentamiento.
Pero hace exactamente un año, los bomberos de Boston tuvieron que acudir a uno de sus flamantes 787 en el aeropuerto de esta ciudad estadounidense.
“Hubo humo en la parte trasera del aparato después de que todos los pasajeros (172) hubieran abandonado el avión”, explicó entonces JAL.
Una semana después, un incidente similar se produjo en Japón en otro aparato de la compañía nipona ANA, lo que llevó a las autoridades internacionales a dejar en tierra durante tres meses a los 50 Boeing 787 que había entonces en servicio en todo el mundo.
Tras estas pruebas, Boeing contempló decenas de hipótesis y adoptó disposiciones que, según el fabricante estadounidense, no impedirán totalmente los recalentamientos, pero disminuyen los riesgos y evitan cualquier “incendio” así como una propagación de un eventual problema fuera del recinto de la batería.
Boeing subrayó que el líquido de la batería con problemas no salió del recinto ni habló de humo.
“Las mejoras introducidas en el sistema de baterías del 787 el año pasado parecen haber funcionado como previsto”, dijo el portavoz Marc Birtel.
Las modificaciones de concepción convencieron a las autoridades, que permitieron volar de nuevo a los “Dreamliner” en abril de 2013, pero el 787 sigue sufriendo pequeñas averías que provocan cancelaciones y retrasos ocasionales.
Pese a estos inconvenientes que suponen agravios financieros, JAL reiteró este miércoles su determinación a “proseguir los vuelos regulares” de los 787. “Nos aseguramos de la seguridad de cada avión antes de un vuelo”, precisó un portavoz de la compañía.
Compañías confiadas, pasajeros recelosos
Al igual que Japan Airlines y ANA, que han encargado entre las dos 111 “Deamliners”, la mayoría de las compañías que han comprado este modelo siguen confiando en él.
JAL y ANA arguyen que este aparato les permite ahorrar carburante y tener flexibilidad tanto en los vuelos internos como internacionales.
Pero por si acaso, JAL encargó por primera vez en su historia aviones del competidor europeo Airbus (31 aparatos del A350).
Aunque Boeing justifica que el número de incidentes es normal en los primeros meses de un aparato nuevo, el eco mediático preocupa a los pasajeros.
“Por el momento, pienso que el aparato es seguro”, declaró el miércoles Hideo Inagaki, un experto del sector que dijo comprender la preocupación del público. AFP