Un nuevo cóctel de dos medicamentos se reveló muy eficaz contra la hepatitis C, según los resultados publicados el miércoles de un ensayo clínico que muestra que esta infección crónica del hígado, que ha acabado con la vida de más estadounidenses que el sida, estaría a punto de ser derrotada.
Jean-Louis Santini/ AFP
Este estudio, que se centra en la combinación de dos antivirales ingeridos oralmente, el daclatasvir y el sofosbuvir, de los laboratorios farmacéuticos Bristol Myers Squibb y Gilead Sciences, muestra que la mezcla de ambos supuso una tasa de cura de un 98% sin generar efectos secundarios significativos.
“Esta investigación abre la vía a tratamientos seguros, bien tolerados y eficaces para la gran mayoría de los casos de hepatitis C”, se felicitó el doctor Mark Sulkowski, director del Centro de hepatitis virales de la facultad de medicina John Hopkins (Baltimore, Maryland, este), y principal autor del estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine del 16 de enero, que fue financiado por los dos laboratorios.
“Los medicamentos estándar contra la enfermedad van a conocer una mejora considerable de aquí al año próximo, lo que llevará a avances sin precedentes en el tratamiento de los enfermos”, prometió.
El ensayo clínico en fase 2 fue llevado a cabo en 211 hombres y mujeres infectados por una de las tres principales cepas de virus responsable de esta infección hepática crónica, que conduce a la cirrosis o al cáncer de hígado, en la que es necesario un trasplante del órgano.
El cóctel fue eficaz incluso en pacientes de tratamiento difícil, para los que la triple terapia convencional (telaprevir o boceprevir, además de peginterferon y ribavirin) fracasó.
Entre los 126 participantes infectados por el genotipo 1 del virus de la hepatitis C, la cepa más frecuente en Estados Unidos, que no había recibido ningún tratamiento previo, un 98% resultaron curados.
Además, 98% de los 41 pacientes que se encontraban todavía infectados tras una triple terapia convencional demostraron no tener ningún resto del virus en su sangre tres meses después del tratamiento experimental.
La tasa de cura fue similar en los otros 44 participantes del estudio, infectados por los genotipos 2 y 3 del virus, menos común en Estados Unidos.
Tratamiento simplificado
Los participantes tomaron de manera habitual una combinación de 60 miligramos de daclatasvir y 400 miligramos de sofosbuvir, con o sin ribavirin, durante de tres a seis meses.
Un ensayo clínico anterior llevado a cabo con sofosbuvir combinado con el antiviral ribavirin, cuyos resultados fueron publicados en agosto de 2013, mostró una tasa de recuperación del 70% en enfermos de hepatitis C con el hígado dañado.
En diciembre, la Administración de Alimentación y Medicamentos estadounidense, la FDA, aprobó la comercialización de sofosbuvir combinado con peginterferon y ribavirin, para el tratamiento de la hepatitis C debido al genotipo 1 y combinado solamente con ribavirin para tratar la hepatitis C de genotipo 2 y 3.
El daclatasvir no ha sido todavía autorizado por la FDA.
Si la agencia da luz verde a la comercialización de declatasavir y otras nuevas moléculas eficaces contra la hepatitis C, las inyecciones semanales tan temidas de peginterferon podrían volverse algo del pasado, según Sulkowski.
El tratamiento de la hepatitis C se vería también simplificado, pasando de 18 comprimidos al día a una inyección semanal o dos comprimidos diarios, señala.
Según datos del organismo federal de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC), menos del 5% de los 3,2 millones de estadounidenses que sufren hepatitis C se curaron. El CDC estima también que de un 50% a un 75% ignora estar infectado, a menudo por inyecciones de droga, transfusiones de sangre contaminada de los años 70 u 80 o relaciones sexuales.
Algunas ONGs, como Médicos del Mundo, ven una “gran esperanza” en estos medicamentos, especialmente el sofosbuvir de Gilead, pero su alto costo (más de 70.000 dólares para un tratamiento de 12 semanas) lo deja fuera del alcance de la mayoría de los enfermos de los países en desarrollo. Al menos 185 millones de personas se encuentran infectadas por el virus de la hepatitis C en el mundo.