Una mujer de 52 años de edad tuvo que ser hospitalizada en la localidad brasileña de Gavea (al sur de Rio de Janeiro) después de que, según hemos conocido a través del diario Globo, un erizo o puercoespín le cayera en la cabeza mientras paseaba a su perro, publica que.es.
El erizo le dejó clavadas nada más y nada menos que 200 púas en su cuero cabelludo que tuvieron que ser extraídas una a una por un cirujano.
“Fue un gran shock, sentí un golpe en mi cabeza y luego toqué las púas con mis manos; el dolor era enorme“, dijo Sandra Nabucco, que es como se llama la víctima.
Y que se dé con un canto en los dientes porque podía haber sido peor: Estos animales pueden llegar a tener hasta 30.000 púas… y solo se le quedaron clavadas 200.
Se cree que el animalito pudo caerse desde un poste de la luz.