Un arcoíris se ve desde el patio de la Basílica del Sagrado Corazón en el centro de Roma, mientras el papa Francisco realizaba una visita pastoral este 19 de enero 2014. Estas son las imágenes de los fotógrafos de las agencias Reuters y AFP
El papa Francisco confesó hoy a cinco personas, entre ellas un refugiado y un sintecho, en la iglesia salesiana del Sagrado Corazón de Jesús, en el centro de Roma, en su cuarta visita pastoral a una parroquia de la capital italiana.
La confesión tuvo lugar después de un encuentro entre el papa y un grupo de cien refugiados en una de las salas del oratorio “Don Bosco”, contiguo a la basílica.
Además del mendigo y el refugiado, el grupo de personas estuvo compuesto por una religiosa y por dos jóvenes elegidos de entre todos los que había en la iglesia.
Estas personas, a la llegada del papa al templo, le esperaron en el interior de la sacristía para solicitar ser confesadas.
Se trata de una visita pastoral que Francisco llevó a cabo hoy, al día siguiente del Día Internacional del Migrante y que inspiró hoy el mensaje que lanzó desde su apartamento papal durante el Ángelus, en el que instó a los inmigrantes a preservar “sus rasgos culturales” en los países que les acogen.
Miles de personas recibieron al papa bajo la lluvia, con aplausos y portando pancartas, y fueron correspondidas por el pontífice.
Cuando volvió a acceder al templo, en el que ofició misa y en el que saludó a la comunidad salesiana, la gente comenzó a ovacionarle para hacerle retroceder y permanecer un tiempo más junto con el papa argentino.
El cardenal italiano Giuseppe Varsaldi, subrayó la importancia de la visita papal a esta parroquia, situada en los aledaños de la estación ferroviaria de Termini, en Roma, uno de los mayores puntos de concentración de indigentes de la capital italiana y que, según el purpurado, “representa una periferia existencial”.
“La visita del papa es importante también para solicitar a la sociedad civil una mayor justicia y una mayor solidaridad”, argumentó el cardenal.
El templo es conocido en Roma por su activa dedicación hacia los más pobres.
Los martes reparten comida entre los vagabundos que duermen en los aledaños de Termini, además de ofrecerles cobertura profesional (abogados, trabajadores sociales o psicólogos) para ayudarles con sus conflictos.
Además, cada jueves, reúnen a jóvenes romanos con personas sin hogar para que recen juntos y posteriormente les invitan a una cena comunitaria en las instalaciones adyacentes al templo, informó EFE.