Por falta de un equipo que se dañó en octubre del año pasado, los pacientes con cáncer, en Cabimas, no pueden recibir quimioterapia y deben acudir a otros municipios en busca de atención.
Al menos 40 personas que acuden al Hospital Adolfo D’ Empaire de Cabimas tienen que viajar a Maracaibo o Ciudad Ojeda para cumplir con el costoso tratamiento médico.
Marbella Garcés, residente del sector Tolosa, en Santa Rita, explicó la calamidad que sufre al tener que buscar un centro de salud para que le brinden la asistencia médica.
“He venido varias veces aquí, pero me han cerrado las puertas. Me ha tocado pagar hasta 700 bolívares por una consulta y trasladarme a Maracaibo para que me hagan la quimioterapia porque en la Costa Oriental del Lago no hay cupo”, dijo indignada Garcés mientras caminaba por el pasillo del HGC.
Solo por la atención del personal, el ciclo de quimioterapia ronda los seis mil bolívares por sesión. Al multiplicarse por seis ciclos, ya serían 36 mil bolívares.
El problema se agudiza por la falta de personal médico especializado. En el hospital de Cabimas sólo hay un oncólogo quirúrgico y en el Pedro García Clara, de Ciudad Ojeda está solamente un oncólogo clínico para atender a toda la población con cáncer.
La doctora Rebeca Lalsie, oncóloga quirúrgica del HGC, destacó la grave situación de las personas que padecen la enfermedad en la COL, porque no se hacen tampoco radioterapias. Solamente el Hpgc aplica quimioterapias.
“Tenemos que referir a los pacientes a distintas centros de salud hasta que garanticemos su atención. Los que viajan a Maracaibo se les hace más difícil por la distancia y el costo”, expresó Lalsie.
Reina Zárraga, dirigente vecinal del sector Cumarebo, en Cabimas, exigió a las autoridades regionales y locales unir esfuerzo para la construcción de un Hospital Oncológico en la COL.
“Es una lucha que tenemos desde hace más de cinco años. Mi mamá falleció por esta enfermedad y nuestra tarea es trabajar para que este proyecto se materialice”, indicó.
El doctor José Gregorio Muñoz, director del Hospital de Cabimas, explicó que la falta de una lámpara de flujo laminar obligó a suspender el servicio oncológico en el centro asistencial piloto de la Costa Oriental del Lago.
Más información en Panorama