Federico Black: Traduciendo a Ramírez

Federico Black: Traduciendo a Ramírez

El pasado 15 de enero, el Presidente Nicolás Maduro presentó ante la Asamblea Nacional su memoria y cuenta en donde afirmó al país “se mantiene el dólar a 6,30 por todo el año” y que desaparecería CADIVI para incorporar al régimen de control de cambio al Centro Nacional de Comercio Exterior.

Pasaron apenas 7 días y apareció Rafael Ramírez (Ministro de Energía y Petróleo, Presidente de PDVSA y además Vicepresidente para el área económica) en rueda de prensa anunciando “cambios en el sistema cambiario”, haciendo el mayor esfuerzo para no mencionar ni por error la temida palabra “devaluación” (y lo logró).

De todo lo dicho el día de ayer por Ramírez, lo que pareciera haber sido más escuchado e internalizado, es que los dólares para viajar, ahora costarán el doble porque saldrán del régimen CADIVI a la tasa de 6,3 Bs. por dólar a ser valuados a la tasa SICAD que se manejara en un sistema de bandas, es decir, un precio mínimo y un máximo, pero la cosa es mucho más compleja y seria que simplemente tener que pagar prácticamente el doble por los dólares que se consumirán durante un viaje.





A partir del momento en que se publique la resolución y providencia para el funcionamiento del Centro Nacional de Comercio Exterior (CNCE), prácticamente todos los rubros de importación, deberán operar bajo el SICAD a una tasa promedio de 11,36 Bs.por dólar, es decir, casi el doble que antes, por lo que todo costará el doble, pero los venezolanos no tendrán un aumento de salario del 100% lo que se traduce en que nuestro poder adquisitivo se verá reducido a la mitad y no en artículos de lujo, sino en bienes y servicios de primera necesidad.

Ramírez se refirió ayer a que se va a crear un “sistema de ahorro popular” mediante el cual lo venezolanos podremos invertir en los proyectos de PDVSA (y asumo que de sus socios) como instrumentos de inversión. Intuyo, que esto se realizará bajo la figura de emisión de bonos en bolívares o certificados de inversión. La pregunta es ¿para qué hacen esto ahora? Y es muy sencillo, pues durante el año 2013 el BCV imprimió 152% más billetes (303 mil 674 millones de bolívares) respecto al año pasado, para financiar los problemas de caja de PDVSA y sus socios, que son recirculados a la economía nacional mediante los contratos de la petrolera, las misiones, nominas, etc. Tarde o temprano, deberán pagar los dividendos por las inversiones recibidas y volverá el dinero a la calle.

Al dinero impreso sin control por parte del BCV, se le considera inorgánico pues no cuenta con un respaldo real contra nuestras reservas internacionales y es el principal factor para impulsar la inflación en el país y justamente, entre el 16 de agosto y el 18 de noviembre, el BCV imprimió 59.000 millones de bolívares llevando a que el mes de noviembre fuera el de mayor inflación de 2012, aproximadamente 57%.

Lo que busca el sistema mediante el “sistema de ahorro popular” es de alguna manera recoger todo ese dinero inorgánico que está circulando para tener nuevamente control de el y quizá disminuir el aumento indiscriminado de la inflación. Esta medida, podría no ser equivoca, si se va acompañado de un plan de producción de bienes y servicios que sustancien las necesidades de la población para generar un margen más amplio de comercio y circulación monetaria no solo dependiente del sector petrolero.

Otra frase importante de Ramírez el día de ayer fue “el 96% de las divisas que ingresan al país, provienen de PDVSA (y sus socios)” es decir, Venezuela no está produciendo nada y ésta es la principal razón de la crisis que estamos viviendo, porque dependemos absolutamente de las importaciones y los dólares que produce PDVSA y; que pocos de ellos se cobran, ya que muchos se quedan en los convenios de PetroCaribe a quienes vendemos a precio “solidario” y además a plazo con tasa de interés fija.

Importamos cerca del 85% de los alimentos que consumimos (solo por dar un ejemplo de los rubros de importación) y la única que genera dólares (PDVSA), no los cobra completos, importa gasolina (cerca de 100.000 barriles diarios a precio internacional), financia a otras naciones y además se veía en la obligación de vender sus divisas al BCV a una tasa de 6.3, que para los socios petroleros, dejaba de ser rentable sus operaciones en Venezuela porque los costos son cada vez más altos y hay que ser sinceros. Los negocios, son para ganar dinero, no servicio público y estos socios se estaban quejando con intenciones de retirar su capital, lo que desequilibraría la producción petrolera.

En resumen, la cosa es mucho más compleja y profunda que los dólares para viajar o compras electrónicas. Si calculáramos el salario mínimo (3.270 Bs.) a dólar oficial, un trabajador ayer miércoles se levantó ganando 519 dólares y se acostó con un sueldo de 287 billetes verdes.

A los comercios, deberán permitirles un ajuste de precio inmediato, para que puedan reponer mercancía, porque si hoy tenían 4 vasos plásticos importados a 6,3, mañana podrán comprar solo 2 a 11,36. Se debe garantizar la reposición de insumos, pero lo sentiremos rápido en el bolsillo.

Mientras no se resuelvan los problemas de fondo (falta de producción, dependencia absoluta del Estado, Inseguridad jurídica y personal, mala administración de los recursos) no se va solucionar nada independientemente de los controles que se impongan y mientras más controles, más irregularidades y triquiñuelas se generan.

Federico Black B.

@FedericoBlack