La Guardia Civil de España ha abierto una investigación interna para determinar las causas por las que Katharina Katit-Stäheli, la mujer suiza que ha matado a su bebé en el Hospital de la localidad alicantina de Torrevieja, pudo degollar al niño pese a estar custodiada por dos guardias, informa abc.es.
No obstante, según el relato de los hechos por parte de fuentes del caso, la mujer estuvo vigilada en todo momento durante la noche, excepto cuando pidió ir al baño para asear a su hijo. Los dos guardias que la custodiaban tras detenerla en un centro comercial de la ciudad (a la espera de enviarla a Madrid para cumplir con la orden de búsqueda internacional emitida por su país de origen) esperaron junto a la puerta, por lo que la mujer suiza se quedó a solas unos minutos con su pequeño, momento que aprovechó para degollarlo. Al parecer, la detenida logró ocultar el arma del crimen, un cuchillo, en el bolso. Y metió el bolso con ella en el baño.