Algunos consumidores que hacen colas para adquirir los productos de primera necesidad aseguran que los llevan, aunque no los necesiten, por miedo a no encontrarlos después. El Tiempo
Hasta 10 kilos de harina de maíz en la semana compra el ama de casa Rigoberta Fernández cuando la consigue en los diferentes establecimientos que visita a diario.
Asegura que prefiere acumularla en la despensa a no comerse una arepa.
Ella es de las que hacen colas para conseguir los rubros de primera necesidad. “Voy a varios locales al día para buscar los alimentos y lo que vendan lo compro. Uno no sabe cuándo los vuelvan a sacar”.
Dijo que en su vivienda residen cinco personas y que esa cantidad de harina le dura al menos dos semanas, pero que si encuentra más la compra sin pensarlo.
Como Rigoberta Fernández hay muchas personas que por miedo a la escasez compran en exceso, pues alegan que hay que aprovechar si los anaqueles están llenos.