Los venezolanos tenemos un precio barato en el presupuesto nacional. Tanto en la calidad de los servicios públicos (mediocridad), como por ejemplo, en la forma en que maneja el Régimen la relación de los venezolanos con el mundo (viajes y compras).
El populismo nacido del Pacto Militar del Samán de Güere, asesorado por la “experiencia cubana”, ha tenido la visión de ser masivo, de corte tecnológico moderno, oportuno, y con consignas mediáticas de alta factura, tanto por su contenido emancipador justiciero, como por el rostro humano que acompaña sus costosas campañas publicitarias. Y es que ellos saben que el mercado son personas.
Hace años me hice la siguiente pregunta: a los efectos del populismo bolivariano, ¿cuál es la unidad transaccional presupuestaria asignada a los ciudadanos de los estratos C, D y E?
Así como existe la Unidad Tributaria (UT), que se ajusta anualmente por inflación, debe existir un valor equivalente para las operaciones del “mega populismo” de los militares.
Mi respuesta inicial fue 100 dólares ($ la moneda que no necesita el adjetivo de “fuerte”). Y la llamé algo así como la Unidad Presupuestaria para Populismo (UPP).
Pensaba en como calculaban la inversión en misiones como Robinson y Rivas en términos de 3 a 12 UPP por persona objetivo por año. Sacabas cuentas y constatabas que estas misiones eran realmente baratas para el presupuesto nacional, pero con altísimo impacto en las personas, es decir, en el mercado político objetivo.
Veamos esto con el caso actualmente en el tapete: viajes y compras por internet, y aprovechemos el gráfico publicado en la portada del diario El Universal, sábado 25-01-14:
Tomemos la partida compras por internet (azul de la izquierda). Observaremos que en medio del super precio del barril de petróleo, llegó en el 2007 al valor de 30 UPP x ciudadano (30×100$). Luego dieron un ajuste fuerte, y a partir del 2008 lo llevaron a 4 UPP, y este año 3 UPP. En otras palabras, ha bajado diez veces la capacidad de compra del ciudadano que inició su actividad por este sistema en el año 2005.
Estamos hablando que la partida nacional en el 2014 para compras por internet estará entre 500 y 700 millones de dólares (un poco más del 10% de los 5 mil millones para actividades con el exterior), que dividido por 300$ (3 UPP por persona), nos da que cerca de dos millones de personas comprará a precios “superjustos” mediante este sistema.
¿Cuál puede ser el costo político por haber rebajado las UPP desde el 2005 a la fecha?
Mi impresión es que, por ahora, será un costo bajo, por la simple razón de que ha sido una reducción progresiva acompañada por un mayor número de personas que entraron año tras año a este sistema de compras, que antes estaba solo en manos de las personas que realmente viajaban. Y además, sigue siendo una minoría la que experimenta con el $. ¿Qué son 2 millones versus 19 millones de venezolanos mayores de 18 años?
De hecho, la gente que ha tenido la “experiencia $ internet” estará pegada del computador a partir del domingo en la noche hasta que raspe su cupo de internet. En otras palabras, en un mes la gente usará el presupuesto nacional del año para internet.
Si hacemos el razonamiento con respecto al cupo para gastar en el exterior, llegaremos a conclusiones similares, solo que se sentirá el efecto de la dificultad para comprar pasajes aéreos, y operar como “raspa cupos” en países vecinos.
En ambos casos debemos señalar, que estos planes populistas han permitido que un sector social que no viajaba viviera la experiencia de usar aviones y valorar los dólares como mercancía de alto valor en tiempos de devaluaciones “salvajes”.
Ahora bien, la crisis financiera del Régimen, ha ido generando un reenfoque del populismo: si te portas bien podrás seguir mamando de la leche del comandante; pero si te portas mal, hasta cárcel tendrás.
La penalización por uso “indebido” del dólar, y la recién impuesta Ley de los “Precios Justos”, dan fe del giro represivo en puertas.
Hoy estamos tasados a razón de unas pocas UPP por persona por año. Si el papel del liderazgo opositor, sigue siendo el de la MUD, esta realidad no cambiará en un buen tiempo.
Hagamos votos por el nacimiento de un nuevo liderazgo opositor. El anterior está tan devaluado como el famoso “bolívar fuerte” del comandante eterno.