Ante la “pacificación” que pretende el régimen se requiere una firme respuesta ciudadana: rebeldía. Frente a la destrucción de la democracia y la demolición de la República en marcha, los venezolanos de nuestra generación tenemos que tomar una decisión personal e impostergable: no podemos ignorar la pretensión de este régimen mafioso y usurpador, debemos enfrentarlo con determinación hasta vencer. Estas son las decisiones que marcan la vida de los individuos y las sociedades de manera indeleble.
Al decidir enfrentar al régimen, lo siguiente es definir cuándo y cómo. Una opción es esperar a que las tensiones del pacto de mafias exploten y que el desastre económico socave aun más sus bases, abriendo el camino a las contiendas electorales de 2015 y 2019. La anunciada creación del “Poder Electoral Comunal” y la represión en ascenso, anticipan un mal desenlace. En este régimen, el tiempo opera en contra de la resistencia. La ruta a la democracia exige emprender de inmediato la movilización de la gente para el cambio del régimen político lo antes posible. La protesta es el primer paso; transformar la indignación en acción organizada con un objetivo político. En democracia, el reclamo para un cambio de régimen es un derecho; en dictadura, este derecho se transforma en deber. En cuanto al cómo, nuestra Constitución contempla mecanismos para realizarlo.
Yo confío en nuestra fuerza hoy; hemos respondido admirablemente en 15 años de lucha. Nuestras convicciones y determinación están demostradas. La salida está en nuestras manos y depende sólo de nosotros, los ciudadanos.
@mariacorinaYA