Superado el porno chic de los años 2000, enterrada la tendencia andrógina: la lencería de 2014 es glamour y sexy, pero de ninguna manera vulgar, aseguran las marcas, que apuestan por transparencias, cierres acordonados y materiales refinados como la seda o el encaje.
Caroline Taix/ AFP
“Nueva sensación”. Es el nombre de la última línea de la marca francesa Huit, conocida por sus modelos modernos y sofisticados pero no necesariamente sexy. “Nueva sensación” existe en negro o rojo, el sostén tiene encaje en los hombros y el entero un nudo en la espalda descubierta.
La marca, destinada a mujeres activas, “está evolucionando hacia lo más glamour, más sexy (…) un mercado en alza”, explica a la AFP Hervé Mosnier, presente este lunes en el salón de la lencería de París.
“Las mujeres tienen menos ganas de productos simples, jóvenes”, asegura este responsable del sector exportaciones de Eveden, grupo al que pertenece Huit.
Para la directora del salón, Séverine Marchesi, “la novedad es que todas las marcas se pusieron a producir una línea de lencería sexy, incluso los fabricantes de corsés más tradicionales”.
Habla de un estilo “sexy distinguido” pero también “muy asumido, con insistencia en los escotes muy abiertos”. “A nivel de los colores, estamos en lo muy definido como rojo, negro o azul profundo. Y un regreso de materias muy bellas, como el encaje o la seda”.
El presidente de Lise Charmel, Olivier Piquet, está orgulloso de su línea “Recital sexy”. El conjunto, que combina encaje de Calais, bordados rojos y redecilla, tiene nudos en satén en lugar del clásico cierre de sostén o a ambos lados de las bragas. Para desatar en los momentos íntimos.
Fotos AFP
“Nuestras vendedoras nos transmiten los pedidos de los clientes. Tienen ganas de divertirse, de una sexualidad lúdica, tal vez a contracorriente del mal humor reinante” que genera la crisis en Europa.
“Se trata de una feminidad asumida, pero no vulgar”, según Stella Cadente, directora artística de varias marcas de lencería, como Rosy o Sin Complejos. “Por fin ya no hay consoladores fluo por todo el salón”, comenta.
“Cincuenta sombras de Grey”
Para Aubade, que siempre apostó por “la seducción”, “se va más lejos en el camino de lo sexy, hasta el erotismo”, “pero nunca hasta la vulgaridad”. Las bragas del conjunto “Bella fugitiva” tiene un cierre acordonado hasta la entrepierna, comenta la responsable Claire Masson.
Hay transparencias en la copa del sostén, mientras que otros dejan el seno desnudo. Cuando la mujer abre el corsé, hay un efecto de strip-tease, explica. Aubade tiene un conjunto con esposas y un látigo.
Hay una tendencia sexy que hace eco a la novela sadomaso soft “Cincuenta sombras de Grey”, éxito mundial y segunda mejor venta en Francia en 2013. El libro “destapó los tabúes” y “liberó la palabra sexual”, según los organizadores del salón.
Pero esta lencería refinada tiene un costo, bastante más elevado que el presupuesto medio concedido por las mujeres francesas al rubro ropa interior (99,4 euros en 2013).
¿Y los hombres? Gastaron en promedio 31 euros en 2013 para su ropa interior. Aunque el boxer sigue encabezando las ventas, el salón de la lencería anticipa “el gran regreso del calzoncillo flotante”, preferentemente con estampados que hacen juego con la camisa.