Tres hombres y una mujer fueron aprehendidos, al desmantelar una fábrica de balas clandestina, en la que se le incautó una prensa alimentadora de vainas (recargador de cartuchos), 733 cartuchos para pistola calibre 9 milímetros y 3.004 ojivas de plomo, reseña El Aragüeño.
La detención del cuarteto de personas -de las que se presume conformen una banda dedicada a la recarga clandestina de cartuchos de bala ya usados- se produjo en el Peaje de La Encrucijada de Cagua, aproximadamente a las 2:30 de la madrugada de ayer domingo.
El Supervisor Agregado (PA), Asdrúbal Linero, coordinador del Centro de Operaciones Policiales de Sucre y Lamas, informó que cumpliendo labores de patrullaje un contingente de funcionarios notó la presencia extraña de un automóvil que daba vueltas entre las calles Bolívar y Piar, en el casco central de Cagua, por lo que, de inmediato, el vehículo Chévrolet, modelo Spark, color beige, placas AGV52Z, fue abordado por los uniformados.
El tripulante no hizo caso a la voz de alto y no permitió el chequeo de rutina, por lo que emprendió la huida. Se inició una persecución desde la calle Bolívar, que finalizó en La Encrucijada.
Miembros del cuarteto de detenidos fueron identificados como: Luis Adolfo Quintero Spice, de 23 años de edad, residenciado en la calle La Providencia de La Guaricha, en Mariara, estado Carabobo; Ángel Angulo Esquivel, de 26 años de edad, residenciado en la calle 2, número 356, Urbanización La Floresta, Turmero, municipio Mariño; el tercero de los hombres detenidos responde al nombre de Ever Steferson Rojas Tapia, de 25 años de edad, con residencia fijada en la casa número 140 de la calle Principal de La Floresta, en Turmero, y una femenina de nombre Everlín Elizabeth Díaz Ruiz, de 29 años de edad, residenciada en la Manzana B, casa número 128, de Samán Tarazonero II en el municipio Mariño.
Quedaban “como nuevas”
Explicó el informante, que a través de la máquina -a la que se conoce como prensa alimentadora de vainas- se colocaban los cartuchos y se rellenaban con pólvora, quedando prensados y colocadas las ojivas de plomo, por lo que las balas quedaban “como nuevas” y podían ser reusadas.
Además de la máquina, también se incautó un limpiador movible, que se supone sirve para calibrar la pólvora, al igual que otro implemento que venía con la prensa alimentadora de vainas.
Junto a los cartuchos que venían en bolsas, también se incautó un total de 3.004 ojivas de plomo, que venían en una maleta, color negro, tipo viajero.