La muerte de Rawan, una niña de 8 años de Hardh (Yemen), se podía haber evitado. Podían haberla impedido sus padres, no casándola con un hombre que tenía cinco veces su edad (40 años); también su nuevo marido, esperando el tiempo que hiciese falta antes de forzarla a mantener relaciones sexuales; e incluso las autoridades del país, prohibiendo expresamente los matrimonios entre niños y adultos.
Pero nadie hizo nada y la historia nos ha dejado una víctima: una pobre niña que murió de forma trágica durante su noche de bodas. Las causas del deceso estremecen y muestran el infierno que tuvo que vivir la pequeña antes de su fallecimiento: desgarro en los genitales y ruptura uterina, según revela el diario kuwaití Al Watan.
Las reacciones en el país y fuera de él no se han hecho esperar y varios activistas yemeníes han alzado la voz para pedir el arresto del “brutal novio” y de la familia de Rawan y juzgarles, creando un precedente para evitar que se vuelvan a repetir matrimonios con niñas de tan corta edad en el país.
El caso también ha tenido mucha influencia en Kuwait, donde varios blogueros han criticado duramente este matrimonio y han pedido justicia.
Así por ejemplo, ‘Angry Man’ publicó que el marido es “un animal que merece ser castigado duramente por su crimen”, añadiendo que “todos los que apoyan este tipo de crímenes deberían ser castigados también”.
Y ‘Sad’ manifestó que “su familia y su novio podían haber esperado algún tiempo antes de celebrar este matrimonio”.
A pesar de que Yemen intentó aprobar una ley que situaba la edad mínima para el matrimonio en los 17 años, la propuesta no salió adelante por el voto en contra de muchos diputados que argumentaron que violaba la ley islámica.
Desgraciadamente, casos como el de Rawan son habituales en el país. Hace apenas dos meses Nada al-Ahdal, de 11 años, se fugó de casa para evitar un matrimonio de conveniencia.
También está en la memoria el caso de una niña de 12 años que murió en 2009 tras estar tres días de parto. Había sido obligada por sus padres a casarse con un hombre que la doblaba en edad. O el de la pequeña de 13 años que murió desangrada en 2010, violada por su propio marido para demostrar su hombría.
El número de víctimas sigue subiendo ante la inacción de un país que no hace nada por evitarlo y que permite que sus niñas mueran de la forma más cruel que se pueda imaginar: por la brutalidad de sus maridos. Noticias Yahoo