Es una forma estúpida de caer en el discurso chantajista del gobierno que busca el silencio opositor a todo trance y pretende disminuir la base social y la simpatía ganada por los jóvenes.
Maduro y su camarilla han callado a los medios televisivos y radiales, presionan a los impresos negando los dólares para el papel, intentan bloquear twitter, apresan y golpean periodistas, reprimen las protestas para silenciarlas y encima de todo eso todavía ¿hay gente tan estúpida que le va a hacer el juego?
Cuando un joven lanza una piedra a un pistolero que le dispara, ¿ese muchacho es violento?, ¿cae en la violencia, o se defiende legítimamente de su agresor? Vayan pa’ la mierda, con sus consideraciones imbéciles!.
¿De dónde parte la violencia? ¿A qué estaba jugando Rodríguez Torres cuando admitió públicamente que la “seguridad era mínima” en la manifestación del 12F en Caracas porque era una “protesta pacífica”?, ¿acaso él no sabía que los colectivos armados estaban al acecho para asesinar estudiantes? ¿Por qué Maduro y su ministro policía en vez de mostrar jóvenes lanzando piedras no muestran las imágenes de los malandros de los colectivos y los esbirros policiales y de la Guardia disparando a mansalva?
Mejor se callan esos “opositores”, lucen más bonitos, en vez de estar en esa pendejada con declaraciones calculadas, timoratas, sesgadas, tratando de ganarse el aplauso de Maduro.
Aquí lo que sale es darles, sin ambages, un ¡Bravo! un ¡Hurra! a esos jóvenes que no negocian sus principios, aplaudir el brío y el coraje de esos muchachos, identificarse con los valores que defienden, acompañarlos, defenderlos, sentirnos orgullosos de tener una juventud tan maravillosa que nos recuerda la nuestra cuando luchamos en las calles contra la represión y las injusticias.
¡No me jodan! Esas declaraciones mejor se las guardan donde no les pegue el sol porque huelen muy mal