Las escuelas de samba de Río de Janeiro aceleraban hoy en la Ciudad del Samba, próxima al centro, los preparativos de sus carrozas y disfraces, aún no finalizados a una semana para el inicio del carnaval, el primero de marzo.
En las diferentes sedes de las escuelas de samba, que se encuentran en el mismo espacio, decenas de soldadores, carpinteros, pintores, modistos y zurcidoras trabajaban sin cesar, a contrarreloj, para tenerlo todo listo.
En la Ciudad del Samba de Río de Janeiro se podía ver un vaivén de personas, tanto de las propias escuelas como curiosos y periodistas, que observaron cómo el color y la fantasía estarán presentes en el Sambódromo dentro de muy pocos días.
En un año en el que han tenido más tiempo de lo normal, ya que, en vez de caer en febrero, el Carnaval se celebrará a principios de marzo, las diferentes escuelas se apuran para estar a la altura y competir con garantías en una de las celebraciones más populares del mundo.
Río de Janeiro recibirá unos 920.000 turistas y cerca de 950 millones de dólares de ingresos en las fiestas carnestolendas de este año, según previsiones divulgadas hoy.
La mayor parte de los ingresos del Carnaval, 750 millones de dólares, serán generados por el turismo, según la Gobernación del estado de Río de Janeiro.
“Río de Janeiro está en el foco internacional debido a los grandes eventos”, como el Mundial de Fútbol de 2014, los Juegos Olímpicos de 2016, la visita del Papa y la Copa Confederaciones de 2013 y la Cumbre Río+20, dijo el secretario regional de Desarrollo Económico, Julio Bueno.
Según Bueno, “desde la pacificación de las comunidades (ocupación policial de favelas antes dominadas por pistoleros) hemos notado un mayor interés de los turistas por la caída de la violencia urbana”. EFE