El servicio de mensajería WhatsApp tiene más opciones para despuntar en el mercado de la comunicación por voz que sus posibles competidores, como Skype, por dos motivos: uno, por los millones de usuarios ganados ya en el mundo, y dos, por “la vinculación emocional” y fidelización que suscita en ellos.
Amaya Quincoces Riesco/EFE
“Quien prueba WhatsApp se queda y ya no quiere volver atrás; ni siquiera se lo plantea cuando sufre cortes en el servicio”, ha explicado hoy a EFE el analista tecnológico Alberto Bellé, de la consultora IDC, después de conocerse los planes de esta empresa, recién adquirida por Facebook, de incluir llamadas entre sus servicios antes del verano.
Según Bellé, la gratuidad ha dejado de ser el único motivo para decantarse por el uso de este servicio, y así lo confirma el escaso éxito que tienen ya los “sms” de las operadoras de telefonía, incluso cuando los regalan.
WhatsApp es muy distinto a otros servicios que se descargan desde internet: en cierto modo, crea “adicción” y despierta “vinculaciones emocionales”, algo que, sin embargo, no ocurre con Skype, que es “más aséptico”.
A los usuarios de WhatsApp les gusta conectarse en grupo, con sus amigos y familiares, y sentirse miembros del servicio; ésa es precisamente su gran fortaleza, y la empresa busca ahora trasladarla al área de la comunicación por voz.
“Al usuario le gusta más la experiencia del WhatsApp que la de los ‘sms’ y ya no vuelve atrás, incluso si es gratis”, ha destacado.
El anuncio de WhatsApp, un paso similar al dado por otras empresas del sector sin excesivo éxito, al menos todavía, podría remover aún más a un sector de la telefonía convencional bastante agitado con sucesivas caídas de ingresos, y dar paso a formas de tarificación distintas a las tradicionales, como las planas.
Sin embargo, según Bellé, no parecería recomendable que WhatsApp declarara finalmente la guerra a las grandes operadoras de telefonía, porque al final éstas tienen las de ganar, dado que cuentan con más mecanismos para el éxito y mejores herramientas para manejarse en un sector que conocen “al dedillo”.
Tampoco resulta probable que una hipotética expansión de los servicios de llamadas de WhatsApp terminara invadiendo todo tipo de sectores, sino que, en todo caso, lo lógico sería centrarse en comunicaciones “más informales”, entre amigos o gente cercana.
A día de hoy, ha subrayado el experto, las intenciones de WhatsApp en el mundo de la comunicación por voz parece que serían sólo experimentales, es decir, limitarse a explorar opciones de mercado y posibilidades de éxito.
Hasta ahora, el modelo de gratuidad en WhatsApp ha sido clave en su expansión y no tendría sentido empezar a cargar excesivos costes al ciudadano y especialmente entre las nuevas generaciones de nativos digitales, que ven con muy malos ojos pagar en internet, ha señalado.
Tras esa puntualización, Bellé ha concluido que la búsqueda de nuevos modelos de negocio en el sector es una tarea pendiente en el que las empresas de este tipo tendrán que profundizar en próximos años. EFE