El asesinato, la persecución por motivos religiosos, raciales o políticos, la tortura física y sicológica, la detención o privación de libertad forzosa, es decir, el secuestro, o cualquier otro acto inhumano contra la población civil son crímenes de lesa humanidad. De todos ellos …y más, son culpables los miembros de la fuerza pública, la fuerza armada nacional bolivariana, Nicolás Maduro, las cabezas de la Fiscalía, Contraloría, Defensoria, presidente de la Asamblea Nacional y todos los que se retratan, cantan y bailan en las tarimas montadas en el estacionamiento de Miraflores.
Sin embargo, Luisa Ortega Díaz, la fiscal, ha dicho este lunes, que lo que hay – luego de al menos 14 civiles muertos, cientos de heridos, detenidos y desaparecidos- es una campaña de descrédito internacional contra el Estado Venezolano. No señora Ortega, los desacreditados son ustedes con nombres y apellidos por el genocidio que vienen perpetrando desde hace 15 días…aunque personalmente creo que desde hace ya mucho tiempo. El mundo entero sabe, con profusa documentación audiovisual, que su revolución, asesina a venezolanos desarmados.
Siempre hay una chispa que desata los grandes conflictos en los países o entre países, y lo que no reconoce, lo que no declara la fiscal es que lo que se inició por el intento de violación de una estudiante, se ha convertido en una protesta masiva y pacífica de un pueblo que sufre la inseguridad física a manos de bandas organizadas, del hampa común, de grupos llamados “colectivos”, quienes armados por la revolución para asustarnos y aniquilarnos, se han adueñado del país y de nuestras vidas. Lo que no dice la fiscal es del hartazgo de una ciudadanía que hace colas y colas para poder COMPRAR un kilo de leche, 4 kilos de harina, dos canillas de pan, de arroz, azúcar, jabón llegando hasta el papel toilette. Lo que no dice Luisa, Maduro, Diosdado y el resto de funcionarios en el poder, es que los venezolanos no tenemos medicinas ni para curarnos un resfriado, no hablan de los constantes cortes de luz y de la corrupción e impunidad que ellos ejercen y de las cuales el pueblo se obstinó y con el miedo a sus espaldas salió y grito !YA BASTA!
En estas líneas quiero expresar lo afirmado por juristas, y conocedores de la legalidad. Se puede escapar por un tiempo de la justicia o injusticia nacional, pero no de la justicia internacional. La violencia es un problema de carácter mundial y se persigue en todos los confines de la tierra. A los que obedecen órdenes contra el derecho a la protesta y la vida, nunca esta demás recordarles que: el desconocimiento de la ley, no les exime de responsabilidad. La justicia puede tardar…pero siempre llega.
Estudiantes, demócratas venezolanos, el derecho a la resistencia frente al tirano, se puede encontrar en la Antigüedad. Platón trató el tema de la tiranía y del derecho del pueblo a defenderse contra el tirano y la injusticia. La Iglesia católica por su parte, tiene en su historia grandes ejemplos de resistencia pasiva como el caso de los mártires, cuando la obediencia se hace iniquidad. Y es que antes que ser infieles a los principios y valores, a la conciencia, resistieron heroicamente, como nuestros jóvenes héroes de hoy.
Todo este desastre que lleva 15 años, tuvo su inicio en el 4F aquel. Los
llamados revolucionarios de entonces dieron vítores y aplausos al discurso del entonces senador Rafael Caldera cuando expresará en cadena nacional desde el Congreso Nacional: “Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad y la democracia cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer”. Hoy, ante los intentos de sometimiento del régimen a punta de fusil y balas, le parafraseo: Es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la revolución comunista cuando piensa que ella no es capaz de darle de comer.
Estudiantes, trabajadores, obreros, hombres y mujeres venezolanos. La verdad y la justicia siempre vencen.
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@nituperez