Pese a la escasa presencia de vehículos en el primero de dos días de asueto decretados por el presidente Nicolás Maduro, decenas de manifestantes bloqueaban con barricadas algunas de las principales avenidas de Caracas en protesta contra el gobierno.
Varias de las avenidas y algunos accesos a las autopistas del este de la capital fueron bloqueados con basura, generando malestar entre los transeúntes, algunos de los cuales daban marcha atrás mientras otros hacían maniobras para intentar superar los obstáculos.
“Estoy harta, tengo la nevera vacía y ni siquiera hoy puedo ir al automercado porque está esta guarimba (barricada)”, dijo a The Associated Press Alma Castillo, un ama de casa de 33 años.
“No soy chavista, pero no es justo que los propios vecinos nos hagamos esto. La protesta tiene que ser organizada y pacífica”, agregó.
Tras las protestas de las últimas tres semanas en Caracas y otras ciudades del interior del país se han registrado 16 muertos, 150 heridos y más de 500 detenidos, la mayoría de los cuales ya fueron puestos en libertad. Solamente a 55 se les formularon cargos, entre ellos funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, la Policía Municipal de Chacao y un policía del estado andino de Mérida.
Universitarios y opositores, esencialmente de clase media, han protagonizado desde comienzos de mes protestas callejeras contra la galopante inflación, con una tasa anual de más de 56%, el desabastecimiento de productos básicos y la creciente criminalidad.
Maduro sostiene que las protestas son parte de un plan de la oposición para promover un golpe de Estado. Esta es la primera crisis que enfrenta el mandatario que asumió el gobierno en abril de 2013 luego de la muerte del expresidente Hugo Chávez.
“Nos quieren desmovilizar con este decreto que junta el Carnaval con estos dos días en que se recuerda el ‘Caracazo’. Maduro se equivoca, vamos a seguir en la calle, no vamos a dejar nuestra lucha democrática por seis días de playa”, dijo a la prensa el dirigente estudiantil Juan Requesens.
Los estudiantes convocaron para el jueves a una concentración en una céntrica avenida del este de la capital bajo la consigna “ni un muerto más” y para conmemorar a las víctimas de las violentas protestas callejeras de 1989 conocidas como el ‘Caracazo’. Al menos 300 personas murieron en aquel estallido al inicio del segundo mandato del socialdemócrata Carlos Andrés Pérez (1989-1993). Activistas aseguran que el número de muertos superó en varios cientos la cifra oficial. Las autoridades aplastaron las protestas callejeras desatadas por una serie de alzas en los precios de la gasolina y las tarifas del transporte público.
En la ciudad central de Valencia, capital del estado Carabobo, se registraron el jueves bloqueos en las principales vías. Una de las zonas más afectadas fue el próspero municipio de San Diego, en el que barricadas incendiadas impedían el tránsito, constataron reporteros de AP.
En San Diego también se podían ver largas filas para comprar alimentos en cantidades limitadas, en un operativo organizado por el alcalde de la localidad.
“Esto no debería seguir así”, dijo a AP el ingeniero Armando Rodríguez, quien acompañado de su esposa y sus hijos de cinco meses y cuatro años hizo fila durante cuatro horas para comprar dos pollos, que como la harina de maíz, el aceite y el papel higiénico se cuenta entre los productos básicos más escasos.
En tanto, la cercana barriada obrera de La Isabélica, al oeste de Valencia, amaneció en calma tras una tumultuosa noche de la que quedaron como evidencia un automóvil y un autobús calcinados, además de barricadas aún humeantes. AP
Fotos AP y EFE