La reunión del Consejo Permanente de la OEA sobre Venezuela comenzó hoy a puerta cerrada en la sede del organismo con más de dos horas de retraso, debido a que se alargó un encuentro informal previo entre los embajadores para decidir si permitían o no la entrada de los medios de comunicación.
Los embajadores comenzaron la reunión formal hacia las 22:30 GMT, con la intención de votar al comienzo la posibilidad de hacer pública la sesión, según pudo saber Efe.
La reunión sobre Venezuela, que se ha convocado a instancias de Panamá, motivo por el cual el Gobierno venezolano anunció que rompía relaciones con ese país, examinará tres opciones: emitir una declaración conjunta, convocar una reunión de cancilleres del continente o pedir el envío de una misión observadora al país.
Antes de la reunión, los embajadores debatieron de forma informal en una sala diferente durante casi dos horas sobre la posibilidad de revertir la decisión del presidente del Consejo Permanente, el dominicano Pedro Vergés, de convocar la reunión a puerta cerrada, lo que impide el acceso a los medios de comunicación.
Al menos Perú, Canadá, Chile y Panamá han solicitado que la convocatoria se haga pública, una idea a la que también expresó su apoyo el miércoles el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
Los embajadores no llegaron a un consenso en el debate previo, por lo que decidieron votar al inicio de la reunión privada sobre la posibilidad de que se abra a la prensa, algo para lo que sería necesaria una mayoría de 18 votos.
Una vez que se resuelva ese punto, los embajadores pasarán a debatir sobre la situación en Venezuela, donde hace tres semanas se registran protestas antigubernamentales en las que han muerto 19 personas y dos centenares han resultado heridas.
La posibilidad que ha cobrado más fuerza en la preparación de la reunión es la de emitir una declaración conjunta que llame al diálogo en Venezuela.
La misión de Bolivia ya ha hecho circular un borrador de comunicado para ese fin, de acuerdo con fuentes cercanas al organismo.
La propuesta inicial de Panamá, la de convocar una reunión de consulta de los cancilleres del continente, tiene “pocas o ninguna” posibilidad de prosperar, y tampoco es probable que se decida enviar una misión observadora de la OEA a Venezuela, de acuerdo con las citadas fuentes, reseñó EFE
Más temprano
El Consejo Permanente de la OEA analizará este jueves la situación en Venezuela en una cita privada donde es poco probable que prospere una solicitud de Panamá para convocar una reunión de cancilleres del continente o la idea de enviar una misión al país, según fuentes cercanas al organismo.
Más de una semana después de que el Gobierno de Panamá solicitara convocar una reunión de consulta de los cancilleres de las Américas sobre Venezuela, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) convocó hoy una reunión a puerta cerrada para este jueves a las 20.00 GMT.
La cita se producirá un día después de que Venezuela anunciara la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Panamá y rechazara la posibilidad de que la OEA envíe una misión para mediar en el país suramericano, sumido desde hace tres semanas en protestas antigubernamentales en las que se han registrado al menos 19 muertes.
El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, reveló que el martes propuso al embajador venezolano ante el organismo, Roy Chaderton, la posibilidad de conformar una misión que aceptaran tanto el Gobierno como la oposición, y recibió una respuesta negativa.
Por tanto, en la reunión del jueves hay “pocos visos de que prospere el envío de una misión”, una propuesta “que ni siquiera genera consenso” entre los embajadores, según indicaron a Efe fuentes cercanas a las conversaciones, que pidieron el anonimato.
En el mismo sentido, las probabilidades de que los embajadores decidan convocar una reunión de cancilleres “son pocas o ninguna”, de acuerdo con las citadas fuentes, mientras que otras cercanas a la misión de Venezuela confirmaron que ese país no aceptará ni una cita de ministros ni el envío de una misión.
El propio Insulza, en declaraciones a periodistas, también consideró hoy poco probable que los embajadores accedan a la solicitud de Panamá de convocar a los cancilleres, porque eso podría “exacerbar las controversias”, y abogó en cambio por que el Consejo emita una declaración conjunta que llame al diálogo en Venezuela.
Esa posibilidad parece ser la que está tomando fuerza en la preparación de la reunión del Consejo, de acuerdo con todas las fuentes consultadas.
Insulza citó como posibles puntos de la declaración “el apoyo a un diálogo significativo” en Venezuela y el llamado “al fin de la violencia”, además de la petición del “mantenimiento del estado de derecho y la condena de las violaciones de derechos humanos”.
Mientras que los dos primeros puntos generan bastante consenso, existen divergencias en torno a la idea de mencionar las violaciones de derechos humanos o pedir investigaciones y tampoco hay acuerdo en torno a la posibilidad de expresar solidaridad al Gobierno de Venezuela, según las fuentes.
El Gobierno de Nicolás Maduro no ha ocultado su oposición a la mediación de la OEA y ha opinado que es la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) la que debe tratar la situación creada por las protestas antigubernamentales en Venezuela.
La convocatoria de la reunión a puerta cerrada, algo bastante atípico a la hora de tratar una crisis en un Estado miembro en la OEA, ha motivado además la protesta formal de Perú, Canadá, Chile y Panamá, que han solicitado que la convocatoria se haga pública, según pudo saber Efe.
Insulza también lamentó hoy que la reunión no vaya a celebrarse “de forma pública” y explicó que aún existe la posibilidad de que, al comienzo de la reunión, un Estado miembro pida que la cita se abra a los medios de comunicación.
No obstante, los embajadores deberían aprobar esa solicitud por mayoría simple y no está claro que se puedan reunir los 18 votos necesarios para ello.
Dada la prudencia y la inclinación a actuar sólo cuando hay consenso que definen a la OEA, lo más probable es que la cita se alargue hasta cerrarse con una declaración que convenza a todos los embajadores, quizá con “un par de puntos a pie de página” para expresar el desacuerdo de algunos de ellos, según las fuentes. EFE