Mientras vacaciona en la Florida, el presidente Barack Obama continuó el sábado sus consultas telefónicas sobre la crisis de Ucrania y habló personalmente con cada uno los líderes de tres potencias europeas y en colectivo con los de las naciones bálticas, informó la Casa Blanca.
Los líderes coincidieron en que Rusia debe retirar sus fuerzas militares de la estratégica península ucraniana de Crimea a las bases que tiene allí, permitir el acceso a observadores internacionales y de derechos humanos, así como formar un grupo de contacto con el fin de sostener conversaciones directas entre Ucrania y Rusia para reducir las tensiones en la región.
Obama habló de manera individual con el primer ministro británico David Cameron, el primer ministro italiano Matteo Renzi y el presidente francés Francois Hollande.
También habló colectivamente con el presidente letón Andris Berzins, el mandatario lituano Dalia Grybauskaite y su homólogo estonio Toomas Hendrik Ilves.
En la conferencia telefónica, Obama reafirmó “el firme compromiso” de Estados Unidos con sus acuerdos de defensa colectiva como integrante de la OTAN y “el respaldo imperecedero a la seguridad y la democracia de nuestros aliados del Báltico”, señaló la Casa Blanca. Los líderes bálticos recibieron con beneplácito el respaldo adicional.
En sus conversaciones con Cameron, Hollande y Renzi, Obama vio con buenos ojos la posición unificada de Estados Unidos y la Unión Europea sobre la intervención rusa en Ucrania, incluido el Consejo Europeo, formado por líderes de la UE. El consejo votó esta semana a favor de condenar las acciones de Rusia, exigir el retiro inmediato de sus fuerzas y solicitar el acceso de observadores internacionales a Crimea.
Fuerzas armadas rusas invadieron la península hace una semana, algo que según Estados Unidos y sus aliados es una violación del derecho internacional.
El presidente ruso Vladimir Putin ha dicho que Moscú tiene el derecho de proteger los intereses rusos en Crimea y los derechos de las personas de etnia rusa que viven allí.
El Parlamento regional de Crimea programó un referendo para el 16 de marzo sobre si la región se debe separar del resto de Ucrania y unirse a Rusia. Estados Unidos y sus aliados, entre ellos los que Obama consultó el sábado, se oponen a la votación por considerarla contraria a la Constitución de Ucrania y por lo tanto ilegal. Dicen que todas las decisiones en torno al futuro del país deben incluir al nuevo gobierno de Kiev.
Obama tomó medidas esta semana para imponer sanciones financieras y cancelación o negación de visa a personas a las que Estados Unidos acusa de amenazar la soberanía de Ucrania y sus fronteras.
En las llamadas del sábado, los líderes también concordaron en que la comunidad internacional debe apoyar los esfuerzos de Ucrania encaminados a estabilizar su economía y prepararse para realizar elecciones en mayo.
Fueron las primeras consultas de Obama sobre Ucrania con Renzi y los presidentes de los países bálticos. Renzi lleva menos de un mes en el cargo. AP