Jéssica Matute, madre de Jesús Enrique Acosta, estudiante de la UC asesinado ayer en La Isabelica, explicó con voz consternada que su hijo salió temprano de su casa, marcada con el número 21 de la vereda 8 del sector 8 de La Isabelica, rumbo al gimnasio para ejercitarse, cuando “una bala loca” le dio fin a su vida con tan solo 22 años, publica Notitarde.
“Los motorizados estaban como locos disparando en la avenida, cuando de repente empezaron a entrar en las calles y las veredas disparando hacia las casas sin medir si había niños o familias enteras adentro, cuando una de esas balas locas alcanzó a mi hijo y lo dejó sin vida”.
Con la voz quebrada por el llanto, manifestó sentirse destrozada por la noticia. “Es un dolor que no se lo deseo a nadie, mi hijo no se metía con nadie, iba de la universidad a la casa y de la casa a la universidad o a casa de su novia, no le gustaba tomar, no fumaba ni le gustaban mucho las fiestas, solo estudiaba y trabajaba de vez en cuando como taxista cuando no tenía clases”.
Asimismo, indicó que a su hijo le cortaron su vida cuando “tenía tantos sueños por delante, solo porque a esos motorizados les dio la gana, aunque otros digan lo contrario, mi hijo ni era malandro ni estaba en las guarimbas”.
Su cuerpo será velado en la residencia de su abuela, ubicada en la calle Magallanes, casa 113 A 119 cerca de Fundación Mendoza.
Guillermo Sánchez había salido a buscar una brocha para pintar
Guillermo Alfonzo Sánchez Velásquez de 42 años de edad, también asesinado ayer en La Isabelica, era un carabobeño deportista que gustaba de las artes marciales, del sofbol, y era entrenador de los Criollitos de Venezuela.
Familiares de Sánchez Velásquez dijeron que mientras en la urbanización se escuchaban disparos por diferentes enfrentamientos, Guillermo pintaba una habitación en la casa de sus padres, ubicada en el sector 9 de La Isabelica. A este ciudadano, que deja huérfanos a tres hijos, una joven de 18 años de edad y dos varones de 10 y 5 años, le hizo falta una brocha para continuar con las labores de pintura, momento en que decidió ir a buscar una que tenía guardada en su casa, donde residía junto a su esposa y sus pequeños en el bloque 63, justo al frente de la casa de sus padres.
Según los vecinos, mientras Sánchez intentaba cruzar la avenida, se encontró con un grupo de cerca de 50 motorizados, quienes supuestamente pertenecen a colectivos y que además se identificaban con el oficialismo gritando consignas.
En ese momento, Sánchez corrió para proteger su vida; sin embargo, no lo logró y “se les rindió”, como comentaron sus familiares y hasta se “levantó la camisa, para que vieran que no estaba armado”, aseguró su padre.
En este sentido, el hermano de la víctima también contó que los motorizados le dispararon a Guillermo cerca de 14 veces y lograron herirlo de muerte con un tiro en el pecho.
A Guillermo Sánchez Velásquez sus familiares y amigos lo despedirán desde hoy elevando oraciones por la paz de su alma en la Funeraria La Isabelica de Valencia.