Vicente Brito, presidente Red por la Defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución, alerta que la producción nacional se paraliza. “Cuando analizamos la falta de productos en las distintas cadenas de distribución publica y privadas, nos encontramos que existe un desabastecimiento creciente que afecta la capacidad de consumo del venezolano”.
Ya no se trata de un grupo de alimentos, medicinas o cualquier articulo necesario, sino de casi todos; esto unido a su permanente incremento de precios y a su cada vez más creciente existencia en la economía informal, con costo de hasta 3 veces su precio regulado, nos demuestra la compleja situación que nos afecta.
Las constantes alerta emitidas por el sector industrial venezolano han ido a saco roto ante la despreocupada atención de parte del gobierno, quien aparece aplicar la tesis “DEJA QUE TODO PASE A VER QUE PASA”.
Con la excusa que se estaba revisando el nuevo mecanismo de otorgamiento de dólares en vista del fraude cometido por las importaciones no realizadas a los que le fueron otorgados casi 30.000 millones de dólares, se redujo sustancialmente las asignaciones de divisas.
Las consecuencias están a la vista cuando se compare el primer trimestre ya por terminar del 2014, con el 2013 nos encontraremos en números con la dramática disminución de la producción nacional, lo cual unido a una disminución de inventarios, nos complicara aún más la situación de escasez.
El gobierno es el que está realizando las mayores importaciones de manera directa, medida que fue aplicada como alternativa para mejorar el abastecimiento; los resultados están a la vista en las largas colas que se forman cuando llegan los productos y su poca duración.
El gobierno desarrolla el SICAD 2 como alternativa, pero si el mismo no cuenta con un abastecimiento de dólares que permita cubrir una alta demanda, no será posible reducir su valor, afectado por casi 1.6 trillones de bolívares en manos del público originado por los pagarés emitidos por el Banco Central al gobierno y empresas públicas.
Se necesitan entre 7.000 y 10.000 millones de dólares para cubrir las necesidades inmediatas de importación del sector industrial nacional, el valor de compra del dólar fijara el precio final de los productos.