Las torturas a los manifestantes por parte de la GNB y del Sebin han sido perfectamente documentadas por El Foro Penal, Provea y la Prensa Nacional y Extranjera destruyendo las falsedades del Ejecutivo bribón, de la Fiscal de las víctimas y la Defensora de los victimarios.
Hay otras torturas, más sutiles si se quiere, pero no por ello tan despreciables por atentar contra los derechos ciudadanos. Nos referimos a la tortura que se inflige diariamente a consumidores, trabajadores y usuarios, viajeros, productores y empresarios, empresas nacionales y extranjeras.
O no es tortura el vía crucis de las amas de casa para conseguir bienes esenciales o las colas de horas para obtener bienes racionados a dos unidades por persona. O no es tortura los trámites que deben enfrentar los viajeros para que les autoricen las miserables divisas con que viajar a otros países.
O no es tortura el entorno de controles, multas, confiscaciones y expropiaciones que deben sufrir los empresarios del país sometidos a leyes inconsultas y arbitrarias como la mal llamada de precios justos que desconoce costos y ganancias, o la nueva ley del trabajo que premia la holgazanería. O no es tortura la desleal importación de las empresas de maletín contra nuestros productores.
O no es tortura el no reconocer la deuda que se tiene con los proveedores internacionales o la remisión de dividendos de las empresas extranjeras establecidas en el país incluyendo algunos socios dentro de la industria petrolera.
Todo lo mencionado forma parte de ese engendro denominado Plan de la Patria cuidadosamente elaborado por mentes trasnochadas que pretenden implantar en nuestra nación un modelo de políticas económicas que fracasó en la URSS de Stalin, la China de Mao y la Cuba de los Castro.
Juan Antonio Muller
Juaamilq249@cantv.net