El empresario chileno Tomás Pollak se ha posicionado en el mercado del software estadounidense con “Prey”, un programa que rastrea dispositivos electrónicos robados y que tiene ya cuatro millones de usuarios en casi 200 países.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Brasil, Canadá, España y Chile son los países en los que goza de mayor popularidad.
“Es un software que funciona en cualquier dispositivo, que ofrecemos de forma gratuita (…) y que ha crecido de manera explosiva desde su primera versión” en 2009, dijo a Efe Pollak, quien vive ahora en San Franciso.
El programa se instala en teléfonos móviles, ordenadores y tabletas y permite identificar el lugar en el que está el dispositivo una vez que se enciende tras el robo.
En el caso de los ordenadores, el software ofrece la posibilidad de hacer una captura de pantalla, de forma que se puede ver lo que hace el usuario y, si está conectado a Facebook, ver su nombre.
Eso permitió a un estadounidense de viaje en Argentina identificar recientemente al ladrón de su ordenador, un empleado de aeropuerto, a quien expuso públicamente en una página web improvisada con el título de “pablo-tiene-mi-mac.com”.
El sitio tiene ahora un escueto mensaje: “La máquina está con las autoridades. Gracias, Pablo”.
La empresa de Pollak ha rentabilizado el software gracias a los planes pagados, a los que generalmente recurren los clientes corporativos y los gobiernos, así como usuarios individuales con muchos dispositivos.
Esos planes ofrecen, entre otras cosas, la posibilidad de eliminar información de forma remota, algo que valoran sobre todo los clientes corporativos con información sensible en sus computadoras.
“Prey” está instalado en unos seis millones de dispositivos y en todo momento “entre un 5 % y un 10 % de ellos están desaparecidos”, dato que coincide con las estadísticas del FBI.
Pollak cursó estudios de periodismo en Chile, una carrera que nunca ha ejercido pero que dice le ha sido útil como emprendedor tecnológico.
“Me ha ayudado a hilar historias”, explicó Pollak, quien dice que a la hora de diseñar una interfaz, o elegir qué elementos van en una página web juega un papel muy importante la comunicación.
“Apple hace eso muy bien. Sus productos no necesitan acompañarse de un manual de uso, se auto-explican y eso tiene mucho que ver con jerarquizar, algo muy relacionado con la comunicación”, insistió.
Sobre los desafíos de instalarse en un mercado tan competitivo como el estadounidense, menciona que “el obstáculo más grande ha sido solucionar los temas legales, contables y tributarios para poder echar a andar la empresa”.
“Hace algunos días leí un artículo de unos daneses contando su experiencia, y por qué en definitiva decidieron regresar a su país producto de todo lo que les costó, en tiempo y dinero, instalarse en EE.UU. Espero que no nos pase lo mismo”, señaló.
El estar en San Francisco tiene también sus ventajas: “Como diríamos en Chile, aquí es donde se cuecen las habas”.
El tener presencia local, también facilita las cosas con las empresas e instituciones que tienen como clientes: “Hay un gran número que paga únicamente con cheque y, obviamente, estando en Chile se hace difícil poder recibir los pagos así”, dijo el empresario. EFE